¿Permaneces en modo trabajo, con reuniones virtuales interminables y recibes un bombardeo de mensajes? Te contamos cómo evitar el colapso por el teletrabajo
No eres el único con semejante carga. Tómate un tiempo para desconectarte, entiende que estás dedicando más tiempo de lo normal al trabajo y que no siempre debes permanecer disponible.
Esto hace parte de la terapia que debes asumir para superar el agotamiento emocional que ha traído laborar desde casa.
Pero si ya eres de ese 91% de quienes están presentando síntomas de agotamiento emocional relacionado con el trabajo desde casa debido al COVID-19, sencillas acciones harán la diferencia, identifícalas, anótalas y practícalas.
Focalízate en las reuniones virtuales
Sencillo, activa la función para que solo aparezca en pantalla quien habla y no te distraigas viendo tu imagen y pensando en cuál es tu mejor ángulo.
- Evita navegar en simultánea revisando tu chat o correo, eso aumenta tu desgaste mental.
- Establece tiempos de intervención y de duración de la reunión.
Define tu horario o tiempo fuera
La “disponibilidad permanente” no es viable en ninguna compañía, eso debe estar claro entre tus jefes y en ti, antes de disparar una crisis masiva de ansiedad en la empresa.
- Modifica conductas para potenciar tu productividad y bienestar.
- Respeta los espacios privados mínimos como antes de iniciar la jornada, el almuerzo, las noches y los fines de semana.
- Llega a acuerdos con tu empresa sobre cómo comunicarse y los tiempos de comunicación en pro del bienestar de todos.
Recupérate del agotamiento emocional
Esta sensación de cansancio físico, mental y emocional causado por el sobre esfuerzo y el estrés excesivo y prolongado no debe volverse crónico.
- Identifica las características de esas expresiones como: falta de motivación, sensación de saturación en tus actividades, disminución en la productividad, irritabilidad por pequeñas cosas, cansancio después de dormir.
Además
- Reduce tus reuniones a 10 minutos: levántate antes o reserva un espacio en la noche para entrar en calma a ellas.
- Relájate: puedes tomar un baño de agua caliente, disfrutar de un masaje, hacer yoga, meditar o escuchar música lejos de las pantallas.
- Respira: la respiración calma la mente, tómate un tiempo para hacerlo con calma lenta y profundamente en momentos como antes de empezar a trabajar, al medio día después del almuerzo o en la noche.
- Muévete: estírate al levantarte, camina siempre que pueda, levántate cada hora de la silla, mira por la ventana, haz flexiones, sentadillas o baila, de esta manera oxigenas tu cerebro y mejoras tu estado de ánimo.
- Cuida sus relaciones: ten una red de apoyo que te escuche y aconseje como tus familiares y amigos. Además pregúntales cómo están y en qué puedes servirles.
- No hagas nada: elige un día para no hacer nada productivo, consiéntete, ve televisión, no veas correos ni te conectes a WhatsApp, ¡suelta el control!
- Pide ayuda: si sientes que estas acciones no lograron cambios en ti. Un profesional en salud mental, te puede apoyar.
- Revisa aspectos clave de tu vida: como tu calidad del sueño, nivel de energía y motivación con el trabajo.
Para el psicólogo clínico Norberto Bohórquez sí existe un alto índice de cansancio emocional y baja tolerancia a la frustración con relación al cansancio frente a la convivencia. “Una manera de evitar esto es que la persona con teletrabajo haga de cuenta que va a la oficina, se bañe, se arregle, a los jefes respeto por sus horarios, rediseñar la manera de convivir en casa con acciones como clases de baile, jornadas de cine, noches de lectura, concurso de talento, pausas activas en casa y, así evitar la sobresaturación por la virtualidad”.
Recuerda que siempre es posible que puedas conjugar productividad con bienestar.