De ser considerado uno de los subterráneos más modernos, seguros y eficientes desde su inauguración, en 1983, durante el gobierno del Presidente Luis Herrera Campins, ha pasado a ser en la actualidad, el más inseguro, peligroso y operativamente ineficaz en todo el planeta.
Los hechos lo confirman en forma inobjetable: En estos tiempos, montarse en el Metro de Caracas significa enfrentarse a la variedad de delitos por parte de bandas organizadas, cada vez más agresivas, al momento de cometer robos a mano armada, hurtos y arrebatones, en perjuicio de decenas de miles de usuarios.
Informaciones muy precisas hablan de por lo menos siete grupos que han” impuesto su ley” en los vagones de las cuatro líneas y las dos rutas de ferrocarriles que van a Los Teques y a Los Valles del Tuy.
Precisamente, en los vagones de la línea uno y los que van a Charallave , es donde ocurre el mayor número de delitos. Mientras que las estaciones de Plaza Venezuela, El Silencio y La Hoyada, registran los mayores casos delictivos.
Los integrantes de las bandas actúan coordinadamente para someter o intimidar a sus víctimas, normalmente con armas blancas, que pueden ingresar sin dificultad a esas instalaciones y a los vagones. En la actualidad, el promedio es de ocho a doce delitos que se producen diariamente en todas estas instalaciones, lo cual es una cifra vulgarmente vergonzosa, que no la registran los metros de Nueva York o Chicago. Hablamos de robos a mano armada y arrebatones, pero no podemos cuantificar el número de hurtos por las mismas características de ese delito. Es decir, la persona se da cuenta tardíamente, de haber sido despojada de dinero, celular o cualquier otro objeto de valor.
Y es que El Metro de Caracas ha pasado a ser único, por tan triste panorama, que exhibe en la actualidad. Si ha habido delincuentes que han sembrado miedo, también ha habido algunos usuarios irresponsables que lo han convertido en uno de los más sucios y malolientes, porque les resulta muy fácil orinar en cualquier lugar de las estaciones, incluyendo los andenes.
Los constantes apagones que se han venido produciendo en Caracas, también forman parte de la inseguridad que ha estado presente en perjuicio de los usuarios. Los expertos aseguran que solo está operativo menos de un tercio de los vagones, lo cual se evidencia en la frecuencia de ellos, entre estación y estación y el promedio de espera del usuario, que oscila entre quince minutos a media hora.
No es fácil revelar toda esta suma de calamidades que caracterizan en la actualidad al Metro de Caracas y compararla con lo que ocurría en la década de los ochenta y noventa. Es un vuelco total en el cual hay corresponsabilidad atribuible a las autoridades, pero también a muchos usuarios irresponsables e inconscientes.
Recientemente y como consecuencia de tantos delitos y tantas denuncias, se ha puesto en marcha un operativo policial amplio y envolvente para enfrentar la inseguridad en el sistema metro, lo cual incluye también, los ferrocarriles.
¿Qué va a pasar? Nadie lo sabe. Si su origen es efectista y mediático, entonces, está condenado al fracaso.
La sentencia final es que, lamentablemente, El Metro de Caracas ha pasado de la cima a la sima………………S
AL FILO DEL DELITO: La triste historia del Metro de Caracas
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