Hasta el 10 de enero Alemania permanecerá clausurada. Empeoramiento de la situación sanitaria intensificó restricciones que incluyen cierre de escuelas y tiendas
El cierre en Alemania va desde el 16 de diciembre hasta el 10 de enero e incluye el cierre de escuelas, guarderías y tiendas no esenciales.
Asimismo las reuniones navideñas serán de cinco personas.
Se trata de confinamiento más duro en un evento considerado el de mayor impacto en la vida pública y actividad comercial en ese país desde el estallido de la pandemia del coronavirus.
Alemania se había tardado en implementar medidas de prevención y contención de la pandemia; por eso se interpreta que están pagando la factura de dicho resago.
El país experimenta un avance imparable del COVID-19, a pesar de las advertencias premonitorias – la última de ellas dramática por parte de la canciller Angela Merkel.
Las medidas
La larga lista de restricciones aprobada en la conferencia extraordinaria celebrada este domingo por el Gobierno Federal y los Länder incluye:
- Cerrar de toda la actividad comercial no esencial, salvo farmacias, ópticas, droguerías, gasolineras, bancos, supermercados y servicios de correos.
- Prohibir la venta y consumo de alcohol en lugares públicos, así como la venta de pirotecnia, con la que en este país se recibe el Año Nuevo.
- Restringir a un máximo de cinco personas las reuniones en los hogares.
- Adoptar medidas de higiene y seguridad extremas en los servicios religiosos.
- Prohibir cantos en las misas
- Exigir el uso de mascarillas obligatorio
- Blindar las residencias de ancianos
- Prohibir en las regiones con alta incidencia las visitas a los mayores y todo el personal que trabaje en esos centros se someterá a una prueba de PCR una vez a la semana.
- Adelantar las vacaciones escolares o, en su defecto, el levantamiento de la obligatoriedad de la asistencia presencial en las aulas. Imponer el trabajo telemático
“Si no actuamos así, nos convertiremos en la mayor preocupación de Europa”, declaró tras la conferencia de Merkel con sus pares regionales el ministro presidente de Baviera, Markus Söder, el único que ha apoyado abiertamente la línea dura que la canciller ha intentado abrir desde septiembre.
A mediados de ese mes, Merkel pidió a los Länder medidas drásticas para salvar las Navidades, pues de lo contrario, avisó, se llegaría a los 20.000 contagios diarios y eso significaría confinamiento.
Son las cifras que Alemania registra en la actualidad, a las que se suman unos 500 fallecimientos diarios. “Uno cada tres minutos”, puntualiza Söder.
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Merkel lo había dicho
En octubre Angela Merkel había alertado sobre la alarmante situación que se podría presentar en el sistema federal a finales de años.
Pero los Länder, con situaciones dispares en su territorio ignoraron el llamado de alarma. Ella en ese momento sólo obtuvo un acuerdo marco de medidas de contención que cada estado federado se reservaba el derecho de aplicar.
En noviembre, con el 75 % de los contagios imposibles de rastrear, los Länder aceptaron un confinamiento parcial.
El pasado día 9, la canciller decidió forzar la maquinaria del federalismo con un discurso dramático ante el Bundestag, pero únicamente tres de los 16 estados federados reaccionaron a su favor. La presión, sin embargo, ya era imparable.