Llenar un tanque de gasolina en Venezuela no solo implica un ejercicio de paciencia. Además del número de cédula debes obedecer a sujetos que cara cubierta, ordenan la cola que además debes hacer por una o dos horas, si estás en Caracas. Los llamados Colectivos se instalan a cuidar las estaciones de servicio.
En otros estados de Venezuela como Zulia, Táchira o Carabobo por nombrar algunos lo cotidiano se convirtió en un martirio que puede demorarse hasta 5 días sin garantía de acceder al combustible.
El “paño de agua tibia” que significó la gasolina iraní duro menos que un suspiro.
La historia vuelve a repetirse y con ella las colas. Filas que en el caso de Sarria en Caracas está acompañada de sujetos que pertenecen a algo llamado “Cuerpo de Combatientes de Sarria”.
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Vestidos de negro, cara tapada y armamento de alto calibre forman parte del paisaje. Cada 50 metros se distribuyen la vigilancia a lo largo de la fila de carros que este domingo correspondía al terminal de placa 9 y 0.
Exhiben sus armas sin disimulo, algunos por el calor se bajan el tapaboca y con expresión de “malotes” ven carro a carro quién va adentro y te dejan avanzar según corresponda.
Ya a solo metros de la estación de servicio un funcionario de la Policía Militar discutiendo con personal médico que se mantenía a mano derecha esperando tener prioridad.
En el “anillo” dispuesto por estos civiles armados una sola mujer. Tapada completamente de pies a cabeza de negro portaba una escopeta conocida como “pajiza” mirando de un lado a otro que todo transcurra según sus órdenes.
En la comunidad todo es silencio. No sólo por ser día domingo, es que nadie se atreve a llevar la contraria a sujetos que auspiciados por el régimen de Maduro imponen su ley incluso por encima de quienes portan un uniforme.