No obstante, algunas ONG han alertado del crecimiento de la migración irregular desde la isla de San Andrés en Colombia hacia Nicaragua
Panamá sigue reportando un número importante de migrantes atravesando la inhóspita selva del Darién, pero se registra una cifra menor en comparación con 2023, así lo afirman autoridades de ese país.
La Operación Flujo Controlado de Migrantes irregulares registra desde enero hasta el 9 de septiembre un tránsito por la selva del Darién de 244.243 personas, siendo la mayoría originarios de Venezuela, Ecuador, Colombia y China.
Aunque el número sigue siendo alto, el Servicio Nacional de Migración de Panamá informó sobre la disminución del flujo migratorio en la selva del Darién, una de las rutas utilizadas por la migración irregular que intenta llegar a Estados Unidos.
El ente señala que personas siguen atravesando esta selva que comunica Colombia con Panamá, pero los reportes oficiales informan de una disminución de 110.056 personas en comparación con el mismo periodo (enero-9 septiembre) de 2023.
Durante los primeros nueve meses del pasado año las autoridades panameñas registraron mediante el operativo controlado de migración unas 354.299 migrantes que cumplieron la ruta del Darién desde Colombia, hasta Panamá. En comparación, la cifra se redujo alrededor de un 31%, recoge la Voz de América (VOA).
“La mayoría de los migrantes son originarios de Venezuela, Ecuador, Colombia y China”, señala Migración Panamá.
Sin embargo, algunas ONG han alertado del crecimiento de la migración irregular desde la isla de San Andrés en Colombia hacia Nicaragua, desde donde parten en las caravanas centroamericanas para EE.UU.
El texto de la organización migratoria de Panamá señala que la reducción de las estadísticas se debe en parte a la Operación Flujo Controlado de Migrantes irregulares.
Tan solo en los primeros nueve días de septiembre utilizaron la ruta 6.058 personas, un promedio relativamente menor en comparación con igual periodo del año anterior. En Panamá se mantienen atentos a un mayor control para que las personas que sigan su camino hacia el norte, lleven un cierto control de antecedentes penales.
El nuevo gobierno panameño ha aplicado varias medidas para frenar el flujo migratorio por el Darién al considerarlo una crisis humanitaria, pero también de seguridad.
Entre ellas está la instalación de “barreras perimetrales” (vallas de alambre con púas) en unos 4,7 kilómetros en el Darién, donde había al menos cinco pasos no autorizados o trochas, para “canalizar” el flujo de los migrantes a través de un “corredor humanitario” y controles biométricos.