China envía por primera vez un sumergible tripulado bajo el hielo del Ártico
China envía por primera vez un sumergible tripulado bajo el hielo del Ártico. La misión marca un salto en la exploración polar.
China envía por primera vez un sumergible tripulado bajo el hielo del Ártico, una operación que marca un antes y un después en sus ambiciones científicas y estratégicas en la región polar. La inmersión fue realizada con el vehículo Jiaolong, en el marco de la expedición más grande que el país ha llevado a cabo en el Océano Ártico.
Cuatro buques de investigación chinos atracaron en Shanghái tras culminar la misión, que se ha descrito como “un salto en las capacidades de exploración en aguas profundas”.
Sumergirse bajo el hielo del Ártico representa un desafío extremo. Las comunicaciones convencionales fallan en ese entorno y la navegación satelital se vuelve prácticamente imposible. Además, el riesgo de colisiones con bloques de hielo flotante y las bajas temperaturas exigen equipos especializados y tripulaciones altamente entrenadas.
Con este logro, China se suma a un reducido grupo de naciones que han conseguido explorar estas aguas. Estados Unidos fue el primero, cuando en 1958 el submarino nuclear USS Nautilus cruzó sumergido el Polo Norte. La Unión Soviética lo siguió en 1962 con el Leninski Komsomolets, y el Reino Unido lo logró en 1971 con el HMS Dreadnought.
Antecedentes de la carrera polar
La exploración con sumergibles en el Ártico no es nueva, pero el interés internacional se reavivó en 2007, cuando Rusia desplegó sus minisubmarinos Mir-1 y Mir-2 para plantar su bandera en el lecho marino. El gesto fue visto por la comunidad internacional como una afirmación de soberanía y un intento de dominio sobre los recursos naturales de la región.
Desde entonces, las misiones científicas y militares en el Ártico se han multiplicado, convirtiendo el Polo Norte en un escenario clave de la competencia geopolítica entre potencias.
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