CLAVES de las exportaciones petroleras de Venezuela a EE. UU. ¿Realmente no las necesita como dice TRUMP?
La exportación de petróleo de Venezuela a EE. UU. creció en los últimos dos años, gracias al relajamiento de las sanciones de parte de Joe Biden
«Probablemente, vamos a dejar de comprar petróleo a Venezuela. No lo necesitamos», dijo este lunes por la noche el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al firmar una de las tantas órdenes ejecutivas para acabar con lo establecido por su antecesor Joe Biden.
Pero ¿Realmente ese país no necesita del crudo venezolano? Los expertos aseguran que no es tan así.
Tomas Socías, analista económico y conocedor de la materia, en entrevista con Impacto Venezuela, asegura que «aún es muy pronto para hacer un pronunciamiento al respecto, porque el presidente Trump todavía no ha tomado la decisión como tal, solo dijo que lo pensará».
El analista argumenta que una de las razones del ahora expresidente Biden de «relajar las sanciones» petroleras hacia Venezuela «es la practicidad que significa para EE. UU. llevar crudo desde nuestro país. No en vano las operaciones de Chevron se han mantenido».
Socías destacó que Biden y el presidente Nicolás Maduro «separaron lo político de lo económico y de allí se deriva que Chevron se haya mantenido, pero, además, en los últimos dos años, Venezuela ha pasado de ser el proveedor 14 de crudo para EE. UU. a ser el segundo o tercero».
Así que para el experto, «no todo está dicho. Sabemos que el presidente Trump tiene su estilo, pero hace falta ver qué le dicen sus asesores».
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Antes del 2019
Cabe recordar que Venezuela exportó millones de barriles de su petróleo pesado a EE. UU. hasta las sanciones económicas de 2019. Su compra se reanudó hace 2 años.
Biden alivió en 2023 las sanciones económicas de la era Trump para incentivar negociaciones entre el gobierno de Nicolás Maduro y sus opositores a fin de lograr una salida electoral a la prolongada crisis política venezolana.
Pero, una vez que Trump ganó las elecciones en noviembre del 2024 se fueron definiendo algunos asuntos con Venezuela, entre ellos el petrolero.
De hecho, Marco Rubio, ahora designado Secretario de Estado, argumentó ante el Senado: “Ahora tienen licencias generales, donde empresas como Chevron están aportando miles de millones de dólares a las arcas del régimen (de Maduro) y el régimen no ha cumplido ninguna de las promesas que hizo. Así que todo esto debe ser ‘reexplorado’”.
Maduro, por su parte, ha expresado su deseo de recomponer las relaciones con la Casa Blanca.
Crudo “excelente” para EE. UU.
Venezuela es actualmente el tercer país exportador de petróleo a Estados Unidos, luego de Canadá y México, superando a otras naciones, como Brasil y Arabia Saudita, de acuerdo con la Administración de Información de Energía estadounidense, reseña la Voz de América.
En 1998, Venezuela exportaba 1,7 millones de barriles al día a Estados Unidos. Ese promedio se redujo a menos del millón entre 2009 y 2011, llegando a cero en 2019 tras las sanciones ordenadas por Trump.
La exportación venezolana a EE. UU. se reanudó en enero de 2023, con 40.000 barriles al día, en las vísperas de los acuerdos de Barbados.
Exportó un promedio de 295.000 barriles por día hasta octubre pasado, según las últimas cifras del gobierno de EE. UU.. Chevron, bajo escrutinio por haber pagado 300 millones de dólares en impuestos en Venezuela, según la agencia Bloomberg, concentra esa producción e importación a EE. UU. gracias a licencias especiales.
«El crudo pesado venezolano, de un grado único conocido como Merey, sirve para mezclarse con los petróleos más ligeros de Estados Unidos, entre los que destaca el WTI», explica el economista Orlando Ochoa.
«El Merey permite extraer una gama de productos de hidrocarburos más amplia en refinerías de conversión profunda ubicadas mayoritariamente en el Golfo de México, como las de Chevron», amplía Ochoa, con amplia experiencia en el sector energético.
El crudo pesado venezolano “es excelente para mezclar y hacer las dietas petroleras en Estados Unidos, comenta sobre las bondades del fósil suramericano», señala.
Asegura que «para empresas norteamericanas como Chevron, la producción y exportación a EE. UU. del petróleo venezolano es muy buen negocio, por ser de relativo bajo costo y originario de un mercado cercano, precisa Ochoa, con amplia experiencia en el sector energético».
El crudo venezolano también es óptimo para las refinerías de conversión profunda existentes en India, de la compañía Reliance Industries, y las estatales y privadas en China.
“Las 3 economías más pobladas demandan nuestro crudo”, remarca Ochoa, por su parte.
“Esto es contrario a la narrativa de que el mundo no quiere el crudo pesado. El Merey es superconveniente para la mezcla” con otros crudos ligeros para producir “una dieta mediana”, opina.
Alternativas
Fuentes entendidas de los mercados petroleros mundiales advierten, sin embargo, que mercados como el de EE. UU. tienen alternativas para sustituir el crudo venezolano en caso de una eventual baja producción o restricciones por decisiones ejecutivas.
En ese escenario, los crudos de otros países suramericanos entrarían en juego para lograr la mezcla.
Venezuela también es capaz de producir su Merey gracias a una mezcla de crudo ligero del estado oriental de Monagas con el ultrapesado de la Faja del Orinoco, con la salvedad de que es necesario usar diluyentes importados o de la misma región, precisa.
El Merey “tiene buen rendimiento de nafta, kerosén, pero es un crudo viscoso, difícil de manejar, con acidez alta y con alto contenido de azufre, que causa mucho problema a las refinerías” extranjeras, explica a la VOA Eugenio Montoro, exgerente del complejo de refinación Morón, de la estatal petrolera venezolana PDVSA.
“No es verdad que es un crudo apetecible para los Estados Unidos”, opina Montoro, coordinador en la ciudad occidental de Maracaibo de Gente del Petróleo, una organización crítica del gobierno de Nicolás Maduro, conformada por extrabajadores de la industria.
Montoro subraya que hay socios que prefieren tipos de crudo alternativos al venezolano para su producción interna.
Reivindica asimismo que el negocio petrolero “es privado de arriba a abajo”, por lo que matiza la importancia de un nuevo gobierno en Estados Unidos al momento de definir a quién compran el petróleo las empresas norteamericanas.
Según otros investigadores, como el economista Rafael Quiroz, el crudo venezolano producido por Chevron representa solo 1 % del consumo petrolero en EE. UU..
Distintas firmas consultoras y de previsión, como JP Morgan, y la misma Agencia Internacional de Energía (AIE) han advertido sobre una sobreoferta de crudo este año que oscila entre los 500.000 y 1,1 millones de barriles al día.
Esto podría reducir precios en un mercado signado además por sanciones a Rusia, Irán y Venezuela, entre otros.
Con información de la VOA
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