Colombia mantiene la búsqueda inagotable de la niña Valeria Afanador, desaparecida en Cajicá hace una semana
La desaparición de Valeria Afanador en Cajicá completa más de una semana. Autoridades, familiares y vecinos mantienen una intensa búsqueda para dar con el paradero de la niña de 10 años.
La desaparición de Valeria Afanador, una niña de 10 años diagnosticada con síndrome de Down, mantiene en vilo a Colombia. Desde el pasado 12 de agosto, cuando fue vista por última vez en el Gimnasio Campestre Los Laureles en Cajicá, Cundinamarca, las autoridades no han logrado establecer su paradero, pese a un amplio despliegue de búsqueda que involucra a más de 200 rescatistas y tecnología especializada.
Una semana sin rastro de Valeria Afanador
La búsqueda de Valeria Afanador comenzó de inmediato en la zona aledaña al río Frío, ubicado a pocos metros del colegio. En los primeros días, las autoridades exploraron la hipótesis de una posible caída accidental al afluente. Sin embargo, tras intensas labores con drones, canoas y equipos especializados, esta posibilidad fue prácticamente descartada.
Desde entonces, la investigación se centra en la hipótesis de un posible rapto, respaldada por imágenes de cámaras de seguridad del colegio que muestran a la menor jugando sola momentos antes de desaparecer del registro audiovisual.
La desaparición de Valeria Afanador provocó una ola de solidaridad en Cajicá y municipios cercanos. Más de cinco localidades de Cundinamarca, entre ellas Zipaquirá, Chía y Tabio, han unido esfuerzos en la búsqueda. Además, la alcaldía y la gobernación ofrecieron una recompensa de 70 millones de pesos por información que permita encontrarla.
El Puesto de Mando Unificado permanece activo las 24 horas, coordinando a organismos de socorro, Policía, Ejército, Bomberos y Defensa Civil. Junto a ellos, centenares de voluntarios recorren calles, potreros y viviendas en la zona urbana y rural del municipio.
La familia exige respuestas
La familia de Valeria Afanador atraviesa momentos de angustia. Sus padres insisten en que no han recibido llamadas extorsivas, lo que hace aún más extraño el caso. Tampoco se ha encontrado ninguna pertenencia de la menor que dé pistas sobre lo ocurrido.
Uno de los aspectos más señalados ha sido la falta de acompañamiento escolar. Según el colegio, Valeria no contaba con una “sombra” o asistente permanente, pese a que esa figura es recomendada para estudiantes con condiciones especiales. La institución reconoció la omisión y aseguró que reforzará los protocolos de seguridad.
El caso de Valeria Afanador generó marchas ciudadanas en Cajicá y otras poblaciones vecinas. Vecinos, amigos y desconocidos se han sumado a plantones y cadenas de oración, exigiendo resultados a las autoridades. Carteles con su rostro inundan las calles, reflejando la esperanza colectiva de que la niña aparezca sana y salva.
Las autoridades insisten en no perder la fe
El gobernador de Cundinamarca, Jorge Rey, confirmó que más de 210 personas participan en los operativos diarios. “No descansaremos hasta dar con el paradero de Valeria”, señaló.
A pesar de la falta de resultados inmediatos, las instituciones mantienen abiertas todas las hipótesis. La Fiscalía avanza en la revisión de cámaras externas al colegio y en testimonios de vecinos, mientras continúa la búsqueda terrestre y aérea en los municipios de la región.
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