Queda la duda de si el republicano será tan frontal como en su primera gestión o más bien tenderá puente hacia el diálogo con el gobierno de Maduro
La oposición venezolana ve en el recién electo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, un nuevo “aliado” político para generar la transición en 2025. Sin embargo, la incertidumbre de cómo será el comportamiento de su segunda administración con el gobierno venezolano ha generado dudas sobre si seguirá siendo frontal con Nicolás Maduro luego de ambas tomas de posesión en el mes de enero.
En el sector de la oposición han recibido con buenas expectativas la victoria de Trump: desde María Corina Machado, quien lo ha exhortado a ser un aliado para la restitución de la democracia en Venezuela; pasando por Edmundo González Urrutia y la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), que han felicitado al presidente electo a su segundo mandato, hasta el mismo Juan Guaidó, quien en su momento fue reconocido por Trump como el presidente constitucional de nuestro país.
No obstante, no hay certeza de que la nueva administración de Trump sea tan frontal como en su primera gestión, pese a que el elemento de las actas y el presunto fraude pudiera ser el punto de quiebre. Nuestro compañero Johan Álvarez nos trae detalles.
“Porque además de que hubo una elección que adoleció de todos los problemas, de la del 2018, tiene un problema adicional, y es que el gobierno la perdió, y evidentemente eso coloca a la comunidad internacional democrática en una posición mucho más agresiva, e incluso nosotros hemos visto como países cercanos al gobierno venezolano, Brasil, han tenido que asumir una posición de oposición al gobierno venezolano. Entonces esto hace predecible que la posición de los Estados Unidos va a ser mucho más dura”, expresa el director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Benigno Alarcón.
Por otro lado, especialistas en transición afirman que la nueva administración Trump pudiera modificar la política de sanciones que no surtió los efectos esperados, pese a que este escenario pudiera suponer medidas más fuertes contra el gobierno de Nicolás Maduro.
“Van a revisar qué cosas no funcionaron, y van a tratar de implementar nuevas medidas, nuevas estrategias que puedan funcionar. Creo que nunca se va a descartar la posibilidad de la negociación, pero creo que por el otro lado se hace evidente, sobre todo después de lo que sucedió con el acuerdo, que no es posible una negociación si no hay presión sobre el Gobierno. Entonces es predecible completamente que va a haber mayor presión sobre el Gobierno. Yo creo que de eso no hay duda”, agrega Alarcón.
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Gobierno de Maduro felicita a Trump, pero…
Mientras, gobierno de Maduro ha felicitado al presidente electo y ha manifestado su disposición a emprender un proceso de diálogo y mantener buenas relaciones que se han visto truncadas por la política sancionatoria de los EE.UU., que data desde el año 2017.
“Hemos logrado salir de las cenizas, quisieron acabar nuestro país con más de 900 sanciones criminales, pero Venezuela, por el amor de su pueblo y con la bendición de Dios, ha hecho como el ave Fénix. Venezuela surgido y resurgido de la ceniza, y hoy Venezuela camina con pie propio”, ha dicho el mismo Maduro.
Es importante destacar que durante su campaña Donald Trump no tuvo presente a la crisis política de Venezuela como en su primera gestión, sin referirse siquiera a la falta de pruebas públicas que certifiquen la victoria de Maduro. Un escenario que pudiera cambiar con la victoria de este 5 de noviembre y la juramentación de Maduro el próximo 10 de enero.
Con información de Johan Álvarez