Convirtieron a Venezuela en un botín de guerra: Rodrigo Cabezas culpa a Maduro de la destrucción del país
Rodrigo Cabezas, expresidente del BCV y exdiputado de la AN hace un descarnado análisis de las acciones cometidas por Maduro para quien, según sus palabras, no le importa la destrucción del país
Nicolás Maduro es responsable de la destrucción del país y por lo tanto de la crisis económica y social de Venezuela. Las sanciones internacionales llegaron cuatro años después de que él llegara a Miraflores. Solo su desprecio por los venezolanos y sus ansias de poder explican la situación actual del país. Este es un resumen del artículo de opinión publicado por el expresidente del Banco Ventral de Venezuela y exdiputado, Rodrigo Cabezas, en varios portales.
«Mi patria amada está sumergida en un drama humano que ha socavado los derechos más elementales de la vida en dignidad. En 100 años no conocimos tal nivel de devastación de lo económico-social. Así como el eclipse de nuestra democracia y libertad. Ha sido vulnerado el acceso pleno de nuestra población a los alimentos, la salud, la educación. También al salario justo, la cultura y el derecho político a elegir gobernantes sin ser perseguidos por pensar diferente», dijo.
A su juicio, «la principal causa que lo explica es el profundo desprecio de la autocracia gobernante por la ciencia económica, lo profesional y lo técnico».
Denunció que en el caso de la economía «siete años han transcurrido sin un especialista del área en la conducción del gabinete económico». Agregó que «el BCV, la industria petrolera, las empresas básicas y el sistema eléctrico nacional» tienen «militares totalmente inexpertos al frente de ellas».
Recordó que «en los últimos cuatro años no se conoce la Ley de Presupuesto y de Endeudamiento de la República. En el año 2014 la economía venezolana requería con urgencia un programa de estabilización. Nada se hizo, no sabían que no sabían. Desde el dogma fútil y la ignorancia exponencial, procedieron a descalificar por supuestos neoliberales a quienes lo advertimos», dijo.
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Dinero de la nada
En el caso del BCV, denunció que lo obligaron «a producir un tsunami en emisión de dinero de la nada». la consecuencia es que Venezuela está hundida «en la hiperinflación destructora de salarios, inversión y gasto público. Es la ruinosa opción de financiar un déficit público».
Dijo que «las consecuencias no se hicieron esperar. Desde 2014 al presente tenemos la recesión más profunda y prolongada de nuestra historia. Hiperinflación desde finales de 2017, el impago de deuda externa y aislamiento del mercado financiero global», remarcó.
Para Rodrigo Cabezas, el resultado de esa crisis es «el derrumbe de nuestra industria petrolera desde 2015. A lo que se se suma la pobreza en 65%». Y lo peor, «la migración forzada de más de 5 millones de compatriotas desde 2016. Además de la desnutrición y hambre en sectores vulnerables».
Élite enriquecida y poder desmedido
Cabezas denuncia que hay «una nueva élite política enriquecida, que no pasa la prueba de la honestidad». La misma «está a salvo porque el poder judicial es parte de la degradación moral. Sustenta el fortalecimiento de la impunidad descarada. El poder judicial perdió su imparcialidad, probidad e idoneidad», aseveró.
El expresidente del BCV criticó las acciones de Maduro desde que la oposición ganó la AN en el 2015. «El Parlamento elegido por el pueblo estuvo cercado inconstitucionalmente, sus diputados acusados. Muchos de ellos hechos prisioneros y en el exilio. Secuestraron a los principales partidos políticos de la oposición», dijo.
También criticó «la unión cívico-militar» que Maduro mantiene y que deriva en la violación masiva de DD.HH. Esto trajo como consecuencia los informes de la ONU y la OEA, sobre los crímenes de lesa humanidad que se cometen en el país. «Lo peor estaba por venir y llegó. Nuestra convivencia democrática entró en una de sus más largas tenebrosidades», manifestó.
Concluye que «esto es lo ocurrido en Venezuela a profundidad en estos siete años. La otrora revolución bolivariana la convirtieron en un gobierno que hace rehén a su propio pueblo. Una nación no puede ser concebida como un botín de guerra que se asalta a costa del sacrificio de millones de seres humanos.
Sostiene que «el proyecto del socialismo del siglo XXI en Venezuela fracasó aunque conserve el poder fáctico. Fracasó porque una nación a pesar de sus víctimas y sufrimientos se opone a la élite que la gobierna desde la usurpación. Reclama un cambio político en democracia que aquellos les niegan. Esto será inevitable, un pueblo no puede ser encarcelado para siempre».
Y agrega que «no hay excusa para ocultar que la más espantosa crisis macroeconómica y humanitaria de Venezuela comienza en 2014. Bajo plena responsabilidad del gobierno de Nicolás Maduro. Las sanciones llegaron cuatro años más tarde».
«La izquierda democrática y progresista de nuestro planeta, la antifascista de Europa, Asia, Centro América, el Caribe y Sur América, la anticolonial de África, la liberal de EEUU y Canadá, tienen una oportunidad de acompañar a las víctimas que esperan justicia en Venezuela. No hay razón alguna que justifique darle solidaridad automática a una autocracia política que terminó siendo, como proyecto socialista, un descomunal fraude», dijo.
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