Descubren el secreto de la longevidad de la rata topo desnuda
Las ratas topo desnudas viven décadas gracias a mutaciones genéticas que mejoran la reparación del ADN.
Cuatro modificaciones genéticas en una sola enzima podrían explicar por qué las ratas topo desnudas viven décadas, un fenómeno biológico que ha intrigado a científicos durante años. Este hallazgo, publicado en la revista Science, ofrece nuevas pistas sobre los mecanismos que ralentizan el envejecimiento y promueven la longevidad.
La rata topo desnuda (Heterocephalus glaber), originaria del Cuerno de África y regiones de Kenia, puede vivir casi 30 años, una longevidad excepcional para un mamífero de su tamaño. Su biología única la ha convertido en un modelo clave para estudiar los procesos de envejecimiento, ya que su composición genética se asemeja más a la humana que a la de los ratones.
Mutaciones
El estudio, liderado por Zhiyong Mao, biólogo molecular de la Universidad Tongji de Shanghái, se centró en la enzima cGAS (guanosín monofosfato cíclico-adenosín monofosfato sintasa), implicada en la respuesta celular al daño genético. En humanos y ratones, esta enzima tiende a inhibir la reparación del ADN, un proceso que acelera el envejecimiento celular.
Sin embargo, las ratas topo desnudas, según el estudio, poseen cuatro sustituciones específicas de aminoácidos que alteran la estructura de la enzima, evitando su descomposición prematura cuando se produce daño genético. Estas variaciones permiten que la cGAS permanezca activa por más tiempo, reforzando su conexión con las proteínas encargadas de reparar el ADN dañado.
El equipo científico descubrió que, al eliminar la enzima cGAS de las células de la rata topo desnuda mediante la herramienta de edición genética CRISPR-Cas9, se acumulaba un daño significativo en el ADN, similar al observado en especies con menor expectativa de vida.
Asimismo, cuando los investigadores introdujeron la versión modificada de la enzima en moscas de la fruta (Drosophila), estas vivieron más tiempo que aquellas que expresaban la variante humana. Este experimento sugiere que las cuatro mutaciones específicas podrían aplicarse para prolongar la vida útil de otros organismos, incluidos los humanos.
Posible aplicación en terapias antienvejecimiento
Los científicos sostienen que este descubrimiento podría abrir la puerta a terapias genéticas que imiten las mutaciones de las ratas topo desnudas en humanos. Si se logra replicar este mecanismo en células humanas, podría mejorar la capacidad de reparación del ADN y retrasar los efectos del envejecimiento o de enfermedades degenerativas.
“Este hallazgo no solo explica la longevidad de la especie, sino que representa un punto de partida para futuras investigaciones sobre envejecimiento saludable en humanos”, concluyó Mao.
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