El Ártico entra en una fase crítica por la crisis climática: deshielo récord y ecosistemas alterados
La crisis climática en el Ártico avanza con deshielos récord, ríos contaminados por metales y una tundra cada vez más verde, según un informe científico internacional.
La crisis climática en el Ártico ha alcanzado un punto de inflexión, con transformaciones aceleradas que confirman que la región se calienta a un ritmo muy superior al promedio global. Así lo advierte el Arctic Report Card 2025, un informe elaborado por 112 científicos de 13 países, que describe un territorio cada vez más cálido, húmedo e inestable, con impactos que trascienden el Círculo Polar.
El documento, respaldado por organismos científicos internacionales, subraya que el Ártico se ha convertido en un indicador adelantado del cambio climático planetario, con señales que ya afectan al nivel del mar, a los ecosistemas y a la dinámica climática global.
Deshielo acelerado y pérdida histórica de hielo
El informe constata que el deshielo ártico alcanzó niveles sin precedentes entre 2023 y 2024. Los glaciares de Escandinavia y del archipiélago de Svalbard registraron la mayor pérdida neta anual de hielo desde que existen mediciones sistemáticas.
En Groenlandia, la capa de hielo perdió cerca de 129.000 millones de toneladas en 2025. Aunque la cifra se sitúa por debajo del promedio de las últimas dos décadas, los expertos coinciden en que confirma una tendencia sostenida de pérdida neta. En Alaska, los glaciares han reducido su espesor en una media de 38 metros desde mediados del siglo XX.
Este retroceso contribuye de forma directa al aumento del nivel del mar y eleva el riesgo de inundaciones, deslizamientos de tierra y eventos extremos que amenazan tanto a comunidades árticas como a zonas costeras de otras latitudes.
Menos nieve y cambios estructurales en el clima
El calentamiento del Ártico también se refleja en la disminución progresiva de la cobertura de nieve. Aunque el invierno 2024-2025 presentó acumulaciones superiores a la media en varias regiones, en junio la extensión nival cayó por debajo de los valores históricos.
Los científicos señalan que la superficie cubierta de nieve en junio se ha reducido a aproximadamente la mitad de lo observado hace seis décadas, una señal clara de alteraciones profundas en el sistema climático de la región.
Ríos contaminados y permafrost en retroceso
Uno de los hallazgos más preocupantes del informe sobre la crisis climática en el Ártico es el fenómeno de los llamados “ríos oxidados”. En más de 200 cuencas de Alaska, el deshielo del permafrost ha liberado hierro y otros metales, tiñendo de naranja cursos de agua que antes eran cristalinos.
Este proceso aumenta la acidez del agua, deteriora los hábitats acuáticos y amenaza la biodiversidad, además de afectar el acceso a agua limpia para comunidades locales.
El informe también documenta el avance del “enverdecimiento del Ártico”. En 2025, la tundra alcanzó su tercer nivel más alto de verdor desde que existen registros satelitales, una tendencia que se mantiene desde 2020.
Aunque este fenómeno podría interpretarse como una expansión vegetal, los expertos advierten que altera los ecosistemas, acelera el deshielo del suelo congelado y modifica el ciclo global del carbono, con efectos que refuerzan el calentamiento global.

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