Tiziana Polesel, presidenta de Consecomercio, propuso la reactivación de una Comisión presidencial de lucha contra el fraude aduanero que existió en el 2001
El contrabando de todo tipo de mercancías está minando al comercio formal del país, a tal punto que no solo está en riesgo este sector, sino la vida de los venezolanos, tomando en cuenta que los rubros no pasan por los controles que deben, incluyendo los sanitarios.
La advertencia la hizo, este jueves, la presidenta de Consecomercio, Tiziana Polesel, quien en nombre del gremio pidió a la administración de Nicolás Maduro, reactivar la Comisión Presidencial de Lucha contra el Fraude Aduanero, creada el 8 de diciembre de 2001.
Polesel hizo la propuesta ante la emergencia que significa “el aumento del contrabando. A través de la comisión podríamos presentar los casos que están afectando al comercio formal y al consumidor”, argumentó.
Recordó que la instancia tenía representación de todos los involucrados, desde el Ejecutivo, los comerciantes y funcionarios aduaneros.
“La lucha contra el contrabando es la lucha por la vida”, afirmó Polesel, al referirse que, aunque este flagelo siempre ha existido, en los últimos tiempos se ha recrudecido.
“Los sectores de autopartes, lubricantes, alimentos, medicinas y licores son de los más afectados (…) hablamos de la vida, porque están llegando medicinas y alimentos que no pasan los controles sanitarios debidos, están vencidos y hasta son falsos”, alertó.
También denunció que este contrabando no solamente se da por los caminos irregulares, como ocurre en las fronteras, específicamente por Colombia, sino que “por las aduanas también está ocurriendo”.
“En las aduanas no se están aplicando los controles”, advirtió y por eso insistimos en que “esa comisión se debe reactivar, para poder plantear todos los problemas que ocasiona el contrabando”, dijo.
“En el sector del comercio y los servicios hemos abordado este tema con las cámaras sectoriales y regionales; así como con nuestros colegas de los organismos cúpula”, indicó.
“Hemos coincidido no en que todo tiempo pasado fue mejor, sino en que debemos asirnos a lo que ha funcionado anteriormente a favor del diálogo, de los acuerdos para sanar nuestras empresas, nuestra economía y nuestro país”, aseveró.
Lea también: VORACIDAD FISCAL y falta de créditos: Consecomercio denuncia crisis en el sector
Informalidad y ventas bajas
Tiziana Polesel denunció que las principales consecuencias del contrabando son el aumento de la informalidad de la economía y la disminución de las ventas en el comercio formal.
“Hemos preguntado entre nuestros agremiados y desde hace dos meses para acá tenemos una baja importante en las ventas y eso ocurre porque el consumidor prefiere, por la crisis, irse por lo más barato que está en el comercio informal”, lamentó.
No obstante, alertó nuevamente de los riesgos que esto supone. “Entendemos que la crisis y los bajos ingresos, hacen que los consumidores opten por lo más económico, pero eso no garantiza calidad”.
“Hacemos un llamado a los consumidores a que tengan cuidado, sobre todo con las ofertas. Que desconfíen de aquellos productos muy baratos, porque allí hay peligro”, insistió.
“Hay alimentos y medicamentos con fechas vencidas que entran por contrabando o que su procedencia es dudosa. Agarran las etiquetas y las cambian, peor no han pasado por los controles sanitarios debidos y eso pone en riesgo la salud y hasta la vida”, pidió.
Peligro para el sector
Dijo que debido al contrabando, la empresa nacional se está viendo afectada. “Los fabricantes nacionales están obligados a presentar productos de calidad, mientras que a los de contrabando no se exigen esos requisitos. Además, pagamos impuestos, pasamos por aduanas, pasamos por varias etapas”, recordó.
Aclaró que, aunque gran parte de los productos entran por Colombia, “no necesariamente estos productos son colombianos”.
También ratificó que el aumento de la informalidad en el comercio se debe a la imposibilidad de aplicar el Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF).
“Las ventas se han desviado a la informalidad y una de las causas es el IGTF”, expresó.
Asimismo, se quejó de la opacidad del Gobierno en materia de cifras de la actividad económica.
“No hay cifras oficiales para cruzar información y analizar el impacto de la informalidad, porque el informal trabaja en la sombra”, enfatizó.
“Todos queremos un mejor futuro para nuestras empresas, nuestra economía y nuestro país. Con ella estamos pasando de la denuncia y la queja a la proposición constructiva por un país mejor”, finalizó.
