Las autoridades de la isla desmantelaron prácticamente el servicio de seguridad nacional, pues 28 de sus integrantes fueron captados por la secta del pastor evangélico Ian Brown
El primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, reveló que desde mayo fueron despedidos 28 miembros de la Agencia de Servicios Estratégicos (SSA) del país que estaban siendo “influenciados” por un culto religioso “en detrimento de la seguridad nacional”.
“La auditoría también reveló prácticas inquietantes de nepotismo y oportunismo. Por ejemplo, varios familiares y asociados de determinadas personas y de una determinada iglesia fueron empleados subrepticiamente en la agencia”, afirmó el primer ministro en una declaración en el Parlamento, en reseña de AFP.
Aunque Rowley no menciona el nombre del culto, la prensa de las islas señala que se trata de las iglesias del famoso pastor evangélico Ian Brown.
“Estas personas pertenecían a una secta que se armaba mientras predicaba una doctrina, según la cual militares y paramilitares entrenados y con vocación religiosa serían los más adecuados para sustituir a los líderes políticos del país”, continuó.
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Influenciados por el culto
Según Rowley, el grupo estaba “ejerciendo altos niveles de influencia en los asuntos de la agencia en detrimento de la seguridad nacional” y por ello se les acusó de violar la ley de la SSA y de reclutamiento anormal.
En marzo, el director de la SAA, el mayor retirado Roger Best, fue enviado de licencia. Finalmente, fue despedido de la agencia en mayo.
Desde entonces, 28 personas fueron despedidas de la SAA, indicó Rowley en la declaración.
En la revisión también se descubrió que la SSA había establecido una “unidad de respuesta táctica” altamente entrenada y militarizada.
La unidad fue dada de baja en marzo pasado y sus actividades están siendo revisadas tanto por la SSA como por la Fuerza de Policía de Trinidad y Tobago (TTPS).
“¿Por qué una organización de recopilación de inteligencia (…) consideraría necesario tener en secreto una unidad operativa de esta naturaleza y esta escala?”, se preguntó Rowley.
La auditoría también “reveló que había una clara necesidad de mejorar la gestión del inventario de equipos para acomodar y procesar el mayor stock de armas de fuego y municiones que ahora posee la SSA”, añadió.