Familiares, narradores hípicos y seguidores anunciaron el deceso y mostraron su pesar a través de las redes sociales
El hipismo internacional y el periodismo venezolano se encuentran de luto, tras conocerse el sensible fallecimiento de la leyenda Aly Khan.
La noticia estremeció las redes sociales la noche de este #15Nov cuando su hija, Ivanova Decán anunció el fallecimiento de su padre, Virgilio Decán, a los 91 años, mejor conocido como el Príncipe de la Narración Hípica.
Nacido el 13 de julio de 1931 en Ciudad Bolívar, estado Bolívar, Virgilio Decán llegó a consagrarse en el periodismo venezolano, cuando desde muy joven, por tener mucho acercamiento a los caballos en su ciudad natal, cosechó su interés por los caballos y la narración en el hipódromo de Ciudad Bolívar.
Su profesionalismo fue en aumento hasta consagrarse con narraciones épicas como la de la Triple Corona de Victoreado, en Puerto Rico, el famoso remate de Huracán Sí en México y las actuaciones inigualables de Cañonero, todos caballos venezolanos con jinetes también venezolanos.
¿Por qué Aly Khan?
En 1952 Virgilio Decán ya tenía su ingreso módico en el mundo del hipismo venezolano. Ya había pasado por un trago amargo en el hipódromo de El Paraíso, donde a pesar de realizar una narración impecable, había sido despedido sin motivo alguno.
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Sin embargo, el joven Decán ya había sido escuchado por los baluartes de la narración hípica en su momento. Sus estudios y el dominio singular del idioma, hizo que uno de los narradores más prolífico de la época, Juan Francisco Rodríguez, mejor conocido como “Mister Chips”, decidiera darle la oportunidad para conformar un equipo.
Como era costumbre, todos los narradores hípicos debían tener un seudónimo. Casualmente, para el momento, Venezuela era visitada por el verdadero príncipe Aly Khan, quien junto al gobierno de Marcos Pérez Jiménez, realizaba negociaciones para erigir en Venezuela un criadero de caballos pura sangre.
Debido a esto, Mister Chips, quien ve en los rasgos físicos de Virgilio Decán cierto parecido a un hindú, decide bautizarlo con el nombre del príncipe Aly Khan. A partir de allí comienza su historia que lo llevó a convertirse en uno de los mejores narradores hípicos de Venezuela y el mundo de habla hispana.
