El único mar del mundo que no toca ninguna costa y esconde un misterio
Estes es el único mar del planeta que no toca ninguna costa y que guarda secretos que han intrigado a exploradores y científicos durante siglos.
En medio del Atlántico Norte existe un fenómeno natural que ha desconcertado a marineros, científicos y viajeros durante siglos: un mar sin costas. A diferencia de todos los demás mares conocidos, este no está limitado por tierra, sino por corrientes oceánicas que lo encierran en una especie de gigantesca frontera líquida.
Este enigma geográfico ha despertado la curiosidad de expediciones desde la época de Cristóbal Colón, quien lo mencionó en sus diarios de 1492, y hoy continúa siendo objeto de investigaciones por sus características únicas y sus desafíos ambientales.
Un ecosistema flotante en medio del Atlántico
Lo que hace aún más extraordinario al Mar de los Sargazos es la presencia de extensas manchas de algas doradas que flotan en su superficie. Estas formaciones, conocidas como sargazo, crean un “bosque tropical flotante” que sirve de refugio y lugar de reproducción para peces, tortugas marinas y aves.
Además, este mar es un punto clave en la migración de especies como las anguilas europeas y americanas, que viajan miles de kilómetros para reproducirse allí. También es corredor de ballenas jorobadas y cachalotes, lo que lo convierte en un ecosistema vital para la biodiversidad del Atlántico.
El Mar de los Sargazos ha estado rodeado de mitos durante siglos. Los marineros de Colón temieron que las algas atraparan sus barcos y los arrastraran al fondo del océano. Más tarde, su cercanía con el Triángulo de las Bermudas alimentó historias de desapariciones misteriosas, reforzando su reputación enigmática.
Una amenaza creciente: el plástico
Hoy, el misterio del Mar de los Sargazos se combina con un problema crítico: la contaminación. Las corrientes que lo delimitan concentran toneladas de desechos plásticos, formando una gigantesca “isla de basura del Atlántico Norte”.
Se estima que cientos de kilómetros de sus aguas están cubiertos de residuos, con densidades de hasta 200.000 piezas de plástico por kilómetro cuadrado, lo que afecta gravemente a la fauna marina.
Organizaciones internacionales insisten en que proteger el Mar de los Sargazos es clave para la salud del Atlántico. Sin embargo, limpiar un espacio tan vasto resulta extremadamente difícil. Las mismas corrientes que mantienen su biodiversidad atrapan también los desechos, complicando las soluciones.
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