Equipo periodístico de Chilevisión fue retenido por la Dgcim en la frontera con Colombia durante varias horas
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Roberto Cox, periodista chileno, corresponsal de Chilevisión, fue detenido durante seis horas por la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) en puesto fronterizo venezolano, en la frontera con Colombia.
El reportero narró el incidente en su cuenta en Instagram, el cual ocurrió en las inmediaciones del puente internacional Francisco de Paula Santander, que conecta Cúcuta (Colombia) con Ureña (Venezuela).
Contó que él y su equipo nunca tuvieron intención de ingresar a Venezuela, porque no tienen la visa correspondiente.
Pero, por un error en la ruta llegaron hasta el control fronterizo, donde la Guardia Nacional se percató de sus equipos de prensa.
Al parecer, la grabación de un video para informar a sus editores habría generado la molestia de los uniformados.
“Fuimos retenidos durante seis horas por la DGCIM ... fue una de las peores experiencias de mi vida profesional”, dijo.
Informó que tras la retención fueron trasladados a un cuartel donde inicialmente pudo enviar mensajes y compartir su ubicación.
Posteriormente, los militares les confiscaron sus teléfonos, los pusieron en modo avión y exigieron las claves de acceso.
Durante cerca de cinco horas, Cox y su equipo permanecieron incomunicados, mientras dos funcionarios revisaban sus conversaciones de WhatsApp y galerías de fotos.
Video forzado
Cox detalló que les vaciaron sus mochilas (mortales), inspeccionaron cada equipo técnico y los interrogaron sobre la función de cada aparato.
“El silencio de los agentes aumentaba la incertidumbre ... Deduje que buscaban pruebas que apuntaran a una eventual labor de espionaje", afirmó.
También dijo que fueron fotografiados “como presos” y obligados a grabar un video declarando que no habían sido golpeados ni despojados de pertenencias.
Y, al final, tuvieron que firmar un documento de expulsión, para luego ser devueltos a territorio colombiano.
El comunicador escribió las seis horas de retención como “eternas” y aseguró que sintió que su libertad pendía de un hilo.
“Una delgada línea separa la libertad de una larga estadía en una celda venezolana”, afirmó.
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