Escalada diplomática entre EEUU y Colombia tras acusaciones de Petro de conspiración
Las relaciones entre EEUU y Colombia se tensan tras las acusaciones del presidente Gustavo Petro sobre una supuesta conspiración internacional para sacarlo del poder.
Las relaciones diplomáticas entre EEUU y Colombia se vieron sacudidas esta semana tras las explosivas declaraciones del presidente Gustavo Petro, quien denunció un supuesto complot internacional para destituirlo. La crisis escaló rápidamente con la decisión de ambas naciones de llamar a consultas a sus embajadores, profundizando el distanciamiento entre Bogotá y Washington.
Rubio llama a consultas a su representante en Colombia
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ordenó el regreso inmediato a Washington de John McNamara, jefe interino de la misión diplomática en Colombia. La medida fue calificada como urgente por el Departamento de Estado, que además rechazó de forma categórica lo que consideró declaraciones “infundadas” por parte del gobierno colombiano.
Washington reiteró que, pese a las diferencias políticas con la actual administración, Colombia continúa siendo un socio estratégico en temas de seguridad regional, lucha contra el narcotráfico y desarrollo económico. Sin embargo, la gravedad de las acusaciones de Petro obligó a una respuesta formal que pone en pausa la dinámica bilateral.
Petro también llama a su embajador en EEUU
En respuesta, el presidente colombiano convocó al embajador Daniel García-Peña a consultas en Bogotá. Según el mandatario, el objetivo es revisar el estado de la agenda bilateral que incluye puntos como justicia climática, migración, cooperación antinarcóticos y paz regional.
Petro sostuvo que la decisión de llamar a su embajador es proporcional a la llamada de su contraparte estadounidense. En una publicación en la red social X, aseguró que se investigará a fondo cualquier intento de desestabilización que provenga del exterior o del interior del país.
Acusaciones de conspiración internacional
La controversia comenzó cuando el diario El País de España reveló audios del excanciller Álvaro Leyva, en los que supuestamente discute contactos con figuras del Partido Republicano en Estados Unidos. Según los registros, Leyva habría planeado reuniones con los congresistas Mario Díaz-Balart y Carlos Giménez, con el objetivo de buscar apoyo internacional para reemplazar a Petro por la vicepresidenta Francia Márquez.
Estas revelaciones desataron una tormenta política que rápidamente escaló a un conflicto diplomático entre EEUU y Colombia. Tanto Díaz-Balart como Giménez negaron categóricamente cualquier participación en supuestos planes desestabilizadores, tachando las versiones de Petro como infundadas.
Impacto político en Colombia y EEUU
El enfrentamiento llega en un momento sensible para la política colombiana. El gobierno de Petro ha enfrentado investigaciones sobre el financiamiento de su campaña presidencial, señalamientos contra su hijo Nicolás Petro por presunto enriquecimiento ilícito y resistencia legislativa a sus reformas sociales.
A nivel internacional, las declaraciones del mandatario reavivan tensiones con sectores conservadores en Estados Unidos, justo cuando ambos países intentaban avanzar en nuevas alianzas estratégicas. Las decisiones de llamar a consultas a sus representantes no solo representan un gesto simbólico, sino también una advertencia sobre la fragilidad del diálogo diplomático.
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