Un escenario político lúgubre donde el partido político que se opone o se atreve a disentir es intervenido judicialmente. Si no lo cree, pregúntele a otrora dirigentes de AD, Primero Justicia, Voluntad Popular, Copei, PPT, Bandera Roja o el PCV, entre otros
Venezuela no es un “país normal”, como se pudiese decir coloquialmente. Se vive en un contexto donde diariamente ocurre “algo” que da un giro a lo que hasta horas antes se tenía establecido como regla. Y en el ámbito político esta realidad es más acentuada.
No es solo en los últimos meses, pero ahora por víspera a elecciones presidenciales se evidencia más que el oficialismo agarró el toro por los cachos a costa de todo para “ganar sí o sí”.
Analizando el escenario electoral, tenemos que lo que quedó de la oposición fueron los despojos de lo que era otrora. El chavismo, con colaboración de instituciones, ha diseñado una oposición a su medida no solo para ganar elecciones, sino para mantener el control político.
Así, si observamos el tarjetón electoral aprobado definitivamente por el Consejo Nacional Electoral (CNE) para el 28 de julio, tenemos alrededor de una veintena de organizaciones políticas 9 candidatos presidenciales que adversan al oficialismo y se oponen a la segunda reelección de Nicolás Maduro a la Presidencia de la República.
Hasta allí todo bien, salvo que algunos personajes por unas razones u otras no pudieron postularse por estar inhabilitados. ¿Pero estos son en realidad los partidos políticos que juraron ser conceptualmente en las actas de su fundación? No, la mayoría son partidos políticos “judicializados”, a los que por diferentes motivos se le han impuesto directivas ad hoc y han perdido su esencia.
Fuera de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Un Nuevo Timpo (UNT) y Movimiento por Venezuela (MPV), todos los demás son partidos cuestionados de los que se duda su carácter opositor.
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Partidos judicializados
Acá hacemos un recorrido por los partidos intervenidos en los últimos años por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que han sido despojados a sus dirigentes originales.
Acción Democrática (AD): La directiva encabezada por Henry Ramos Allup fue destituida y, en su lugar, se designó una junta ad hoc liderada por el diputado Bernabé Gutiérrez.
Primero Justicia: (PJ) El TSJ suspendió a su directiva e impuso una junta ad hoc encabezada por el legislador José Brito como coordinador nacional. Líderes de la talla de los opositores Julio Borges y Henrique Capriles Radonski quedaron como la guayabera.
Voluntad Popular (VP): Corrió con la misma mala suerte se designó una junta directiva ad hoc presidida por José Gregorio Noriega, quien previamente había sido expulsado de la organización por cargos de corrupción.
Copei: Esta intervención se originó por una disputa interna de sus dirigentes, pero con el mismo resultado. Se suspendió a la directiva original encabezada por Roberto Enríquez y en su ligar fue designada otra liderada por Miguel Salazar y Juan Carlos Alvarado.
Y así continúa la larga lista, conformada también por los partidos Tupamaro, Patria Para Todos (PPT), Movimiento Republicano, Bandera Roja, Partido Comunista de Venezuela, Compromiso País, Movimiento de Integridad Nacional (MIN) y Nueva Visión para Mi País (NUVIPA).
