El creciente tráfico, distribución y consumo de fentanilo se ha convertido en un problema de salud pública, que requiere la atención de todos sobre qué es, cómo se consume y los síntomas que causa para poder detectar cuando se está frente a un caso de consumo de esta droga zombie
El fentanilo o la droga zombie, se ha convertido en un problema de salud pública a nivel mundial y en una amenaza por las diferentes formas que tiene este droga de ser suministrada, de ahí la importancia de saber de qué se trata y como reconocerla.
El doctor Carlos Jaramillo, en una charla en su canal de Youtube explica que la crisis del fentanilo obliga a la ciudadanía a estar “plenamente conscientes de esta problemática y comprendamos lo que está sucediendo en torno a ella”.
Explica que es un problema grave que requiere una mayor concienciación y acción para prevenir tragedias.
El fentanilo esta droga es un opioide, un tipo de droga que no es la primera vez que se conoce, sino que se remonta a miles de años atrás en la investigación y uso humano.
Ya en el siglo XIX, “se sintetizó la morfina, una molécula que se convirtió en el punto de referencia de los opioides en la medicina”, agrega.
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¿Qué es un opioide y cómo actúa?
Jaramillo detalla que los opioides, como la morfina, son sustancias “que interactúan con los receptores opioides en el cerebro y la médula espinal, bloqueando las sensaciones de dolor”.
Las investigaciones científicas, a lo largo del tiempo, han desarrollado diferentes tipos de opioides, clasificándolos en fuertes, intermedios y leves.
Sin embargo, en el caso de este opioide, la preocupación radica en que “es uno de los opioides más potentes, siendo entre 50 y 100 veces más fuerte que la morfina”.
Por qué es tan letal el fentanilo
El médico graduado a Harvard señala que la dosis letal del fentanilo es sorprendentemente baja, 2 miligramos, lo que lo hace extremadamente peligroso.
Dentro de los peligros de la droga zombie, menciona que esta sustancia se presenta en diversas formas, desde polvo hasta golosinas y vaporizadores nasales, lo que facilita su transporte y distribución.
El fentanilo inicialmente provoca un estado de euforia y relajación, por eso algunas personas lo buscan, ignorando la peligrosidad de su consumo y los riesgos que acarrea para la salud.
Para el especialista resulta alarmante la crisis que se presenta en la actualidad por el consumo del fentanilo, ya que se hace “de formas riesgosas y sin control médico”.
Por si fuera poco, agrega que “la tolerancia al fentanilo aumenta con el tiempo, lo que significa que se necesita cada vez más para obtener los mismos efectos, lo que conduce a la dependencia”.
Antídoto contra el fentanilo
Jaramillo explica que existe un antídoto para el fentanilo, conocido como naloxona o naltrexona.
Sin embargo, estos antídotos no son efectivos a mayor dependencia del fentanilo.“Con la tolerancia al fentanilo también puede generarse resistencia a este antídoto, lo que hace que los intentos de salvar vidas sean aún más complicados”, agrega.
Para reconocer a una persona que haya consumido fentanilo, hay que estar atentos a los siguientes síntomas como pupilas contraídas, somnolencia extrema, respiración lenta y débil, e incluso pérdida de conocimiento.
El doctor Jaramillo hace un llamado a estar alerta a los signos de intoxicación por fentanilo en las personas que nos rodean.
¿Qué es el fentanilo?
El fentanilo es un fármaco del tipo opioide sintético similar a la morfina, pero entre 50 y 100 veces más, por lo general es recetado, y también se usa en forma ilegal.
Cuando es recetado por un doctor se hace en caso de pacientes con dolores intensos, especialmente después de una operación quirúrgica; así como en pacientes que sufren de dolor crónico y presentan tolerancia física a otros opioides.
Formas de consumir fentanilo
De acuerdo con el Programa Internacional del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA) el fentanilo cuando lo receta un médico se suministra “de forma inyectable, en forma de un parche que se coloca sobre la piel o en forma de pastillas que el paciente disuelve en la boca como si fueran pastillas para la tos”.
En cambio cuando se hace de manera ilegal se asocia con más sobredosis, pues de fábrica en laboratorios. “Este fentanilo sintético se vende ilegalmente en forma de polvo, vertido en gotas sobre papel secante, en envases de gotas para los ojos o rociadores nasales o en pastillas parecidas a las de otros opioides recetados”, explica NIDA.
Mezclas mortales con otras drogas
De acuerdo con las investigaciones citadas por el Programa Internacional del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas, traficantes y distribuidores de drogas “mezclan el fentanilo con otras drogas como heroína, cocaína, metanfetamina y MDMA. Lo hacen porque una cantidad muy pequeña de fentanilo causa un colocón o high, lo que lo convierte en una opción más económica”.
Esta combinación resulta riesgosa para la salud, ya que “cuando las personas que consumen drogas no saben que la sustancia que están consumiendo puede contener fentanilo como un agregado de poco costo, pero peligroso”.
Incluso puede darse el caso que estén consumiendo opioides más fuertes de lo que el organismo está acostumbrado a consumir, lo que aumenta considerablemente el riesgo de sufrir una sobredosis.
Daños que causa en la salud
Como todos los opioides, el fentanilo actúa “uniéndose a los receptores opioides que se encuentran en áreas del cerebro que controlan el dolor y las emociones”.
Por esta razón, luego de consumir opioides muchas veces, “el cerebro se adapta a la droga y su sensibilidad disminuye, lo que hace que resulte difícil sentir placer con otra cosa que no sea la droga”.
Es entonces cuando la persona se vuelve adicta y el consumo de la droga se apoderan de su vida.
Algunos de los efectos son: pérdida del conocimiento, náuseas, confusión, estreñimiento, felicidad extrema, aletargamiento, sedación y problemas para respirar.
Peligros caer en la adicción
Aunque sea recetado por un médico, el fentanilo es adictivo por su potencia.
En el caso de una persona que toma fentanilo tal como se lo indicó, el médico puede crear dependencia, “que se evidencia en los síntomas de abstinencia cuando deja de tomar el medicamento”.
Los especialistas explican que se puede ser dependiente de una droga sin ser adicto, sin embargo. la dependencia a veces conduce a la adicción.
