Hasta el momento se han identificado a 7 de las 8 víctimas de la tragedia
Bryan García, Enyerbert Cabarcas, Jorge Luis Flores, Héctor David Medina Medero, Richard Bustamante, José Cario y Jesús Sangroni, no son solo nombres. Se trata de siete vidas segadas por la tragedia, producto de la crisis que afecta al país y que obliga a los venezolanos a abandonar el territorio.
Esos nombres corresponden a los siete venezolanos muertos en Brownsville (Texas), cuando el pasado domingo, un conductor, en aparente estado de ebriedad y por efecto de las drogas, embistió contra un grupo de migrantes que estaba apostado en una parada de autobuses cercana a un refugio.
Según el portal Versión Final y la cuenta de Instagram @Utazolanos estas personas eran oriundas de Zulia, Falcón y Portuguesa. En el caso de los dos primeros, habían recorrido la peligrosa ruta del Darién para llegar a Estados Unidos y, finalmente, lo habían logrado.
De García se supo que tenía años y una hija de 7 meses de nacida.
Sobre Cario, de 18 años, la cuenta publicó que su padre, se comunicó con ellos vía telefónica, por donde clamó “a las autoridades estadounidenses que le permitan reencontrarse con su hijo para despedirlo como merece”.
“Nosotros emprendimos el viaje desde Perú. Allá cada día todo era más difícil. Decidimos emigrar, mi esposa, mi hijo pequeño de dos añitos y medio, y mi niño mayor, José. Nosotros somos de Caracas. Nuestro destino era llegar a Nueva York. Cuando nos entregamos nos separaron por ser él ya mayor de edad. Nosotros estábamos en otro refugio a solo 10 minutos cuando ocurrió la tragedia”, relató el padre, del mismo nombre.
Ratificó que después de conocer la trágica noticia, lo que más desea es conocer dónde está el cuerpo de su hijo, bien sea continúe en un hospital o en una morgue.
“Creo que la mejor manera de honrar a mi hijo es que nosotros continuemos, porque regresarnos sería como rendirnos y José no lo hubiera querido. Después de despedirlo nos marcharemos a Nueva York”, dijo.
Posteriormente, se conoció de la muerte de Cristian Jesús Sangroni Rodríguez, de 19 años, quien permanecía en estado crítico en un hospital después de que fuera arrollado.
Su mamá, desde Santa Marta, Colombia, había clamado por ayuda para trasladarse a los Estados Unidos para estar al lado de su muchacho.
“Él quería ir allá porque quería comprarme una casa. Yo no quería que se fuera. Yo le decía, te quiero es a ti, mi negro”, dijo la señora Marisol a un medio colombiano, tras conocer la noticia.
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Más vidas truncadas
Jorge Luis Flores era de Punto Fijo, estado Falcón y había migrado a Estados Unidos son su esposa y dos sobrinos, quienes están retenidos en la frontera. Su travesía hacia Texas duró aproximadamente dos meses.
Otra de las víctimas: Héctor David Medina Medero tenía 24 años. Estaba en Perú, pero decidió irse a EE.UU: para reencontrar con su madre en Chicago, publicó a su vez Cactus24.
Mientras que de Richard Bustamante, de 27 años, se supo que era detective del Cicpc en Guanare, estado Portuguesa.
El hecho ocurrió cerca del refugio para migrantes Ozanam Center. Allí han llegado cientos de migrantes en vísperas del fin del Título 42,