A los maestros les acaban de ofrecer “villas y castillos” que van desde viviendas, ropa, zapatos, créditos y más, pero ellos solo piden un sueldo digno que sea acorde con la economía, además de sus reivindicaciones laborales establecidas en la contratación colectiva
Hace dos semanas, el recién nombrado ministro de Educación, Héctor Rodríguez, apenas días después de su designación, prometió “mejoras” para los docentes, tanto en su ambiente de trabajo, como en temas que van desde viviendas y hasta uniformes.
Pero, del sueldo o del contrato colectivo de los maestros, que lleva años vencido, el titular no dijo nada.
De allí que, a solo horas del regreso a clases, para el período, 2024-2025, los gremios docentes del país han alzado su voz, no solamente para reclamar sus derechos, un sueldo digno y un ambiente de trabajo estable, sino también para denunciar que vuelven a las aulas en un clima de terror.
Lea también: En VENEZUELA hay casi 2.000 PRESOS POLÍTICOS: FORO PENAL actualiza las cifras
Liberen a los niños
El llamado de los docentes se produce a dos meses de las elecciones del 28 de julio, pero también varias semanas de la detención de decenas de estudiantes y educadores que salieron a protestar y terminaron presos.
«No es posible educar en un ambiente de miedo, de terror y persecución a jóvenes estudiantes, a sus docentes y ciudadanos. Se requiere un clima de respeto a los derechos y garantías constitucionales», expresaron los educadores, agrupados en 27 organizaciones que firmaron un documento difundido por la ONG Provea.
«El año escolar 2024-2025 va a iniciarse en un nuevo contexto político para todos: somos víctimas de arbitrariedad y transgresión a los derechos humanos», insistieron los docentes, que repudiaron «la represión» del Estado «contra los ciudadanos» que rechazan el resultado oficial de las elecciones, también cuestionado por numerosos países.
Remarcaron que es necesario garantizar «un espacio de tranquilidad» en las aulas para que «sea eficiente y efectivo el proceso de enseñanza y aprendizaje», algo que consideran que se ve comprometido mientras se mantenga a 68 adolescentes privados de libertad, según los registros de la ONG Foro Penal.
«Como educadores, estamos en el deber de oponernos a la pretensión de convertir la educación en un instrumento de control social y político por parte del Estado-Gobierno. Llamamos al magisterio a fomentar el pensamiento crítico, la pluralidad de ideas, el respeto y la defensa de los derechos humanos”, añade el escrito.
Lea también: MUY POCOS PUEDEN PAGAR: casi 500 dólares por hijo debe gastar un padre en el regreso a clases
Al borde del colapso
“Los docentes venezolanos se encuentran al borde del colapso. Los maestros se enfrentan a salarios que no alcanzan para cubrir sus necesidades básicas, suspensiones arbitrarias y un constante hostigamiento laboral”, denunció la dirigente gremial, Griselda Sánchez.
“El Estado exige una jornada laboral de cinco días sin garantizar las condiciones mínimas para los docentes. A muchos, más del 40 % de los ingresos se les irá en gasto de pasaje”, agregó.
La dirigente desestima planes como: “Por Amor a mi Maestro”, anunciado hace poco por el Gobierno.
“Los docentes venezolanos han sufrido una drástica devaluación de sus salarios, mientras que el costo de vida se ha disparado. Miles de educadores, incluyendo embarazadas y personas con enfermedades crónicas, han sido injustamente suspendidos sin ninguna justificación. Estas acciones ilegales se han perpetrado de manera sistemática, contradiciendo las promesas de apoyo a los docentes”, aseguró Sánchez.
Cree que el ministro Rodríguez, en lugar de “desplegar una campaña propagandística en la que se repiten promesas incumplidas de su primera gestión, debería establecer un diálogo constructivo entre el Estado y los representantes sindicales para garantizar una paz laboral que permita el entendimiento entre las partes y abordar la crisis”.
Sánchez dijo, en un comunicado, que han aumentado “las amenazas de suspensión salarial contra los docentes”.
“Lejos de mejorar las condiciones laborales, los maestros son cada vez más perseguidos y amenazados con la suspensión de sus salarios”, remarcó.
Por otro lado, Sánchez advirtió “la crisis de los docentes afecta directamente la calidad de la educación que reciben los estudiantes”.
“La paz laboral es fundamental para garantizar una educación de calidad. Es imperativo que se ponga fin al acoso laboral y a la violación de los derechos y se establezca una mesa de diálogo para negociar condiciones laborales dignas, justas y duraderas que reconozcan la importancia de la labor docente. Hacemos un llamado al Patrono Estado a tomar medidas urgentes para atender sin más dilación las demandas de los docentes y garantizar el derecho a una educación de calidad para todos los niños y jóvenes de Venezuela”, concluyó.
Lea también: REGRESO A CLASES está previsto para el 30 de este mes: esto dijo el ministro Héctor Rodríguez
Falta de incentivos
Por otro lado, la ONG Fundaredes, a través del Observatorio de Educación, alerta que “la falta de incentivos económicos, oportunidades laborales y condiciones dignas para ejercer la profesión docente, han hecho mella en el interés de la población estudiantil en cursar la carrera de educación a nivel universitario.
Para Zuly Mora, coordinadora del Observatorio, “los bajos salarios, la escasa seguridad social y la precariedad en la infraestructura educativa, han generado una gran desmotivación en muchos jóvenes que consideran ingresar a la profesión docente, dejando las aulas prácticamente vacías, lo que en pocos años impactará negativamente en la calidad educativa”.
“La falta de reconocimiento social y profesional ha contribuido a una percepción desfavorable sobre la labor docente, agravada por la escasez de recursos y materiales educativos en las escuelas”, reiteró.
“La inestabilidad política y social en Venezuela y la emergencia humanitaria compleja, añade incertidumbre en cuanto a la estabilidad laboral de los docentes y el futuro de la educación en el país”, enfatizó.
“Ante este escenario – señaló – es imperativo tomar medidas inmediatas para revitalizar la carrera docente y garantizar una educación de calidad para las generaciones futuras”.
“El sistema educativo venezolano enfrenta un desafío significativo que solo podrá superarse con acciones concretas y coordinadas entre todos los actores involucrados”, aseguró.
Sostuvo que “es responsabilidad del Estado venezolano diseñar políticas públicas eficaces en materia educativa para así garantizar el derecho a la educación de los ciudadanos, así como también mejorar los beneficios salariales y contractuales de los profesionales de la docencia, a fin de revertir la crisis que viene padeciendo el sector educativo en Venezuela”.
Promesas y anuncios
Apenas la semana pasada, el ministro de Educación, Héctor Rodríguez, firmó el convenio con el Ministerio de Vivienda para priorizar la atención a los maestros en la construcción y rehabilitación de sus hogares.
“El convenio es para la construcción de las primeras 25 mil viviendas y también para una línea de crédito para realizar reparaciones en los hogares de los maestros y maestras”, prometió.
Y aseguró que trabajaría para que “todos los maestros y maestras del país vivan en un hogar digno … No vamos a descansar hasta que cada maestro de este país tenga su vivienda digna”, resaltó.
También admitió que se trataba de “los primeros pasos” para mejorar la calidad de vida de los educadores, puesto que, además de las viviendas, prometió servicios de salud, asistencia en oftalmología, odontología y cirugías electivas, dotación de uniformes, alimentación y becas para formación.
Lo que necesitan es un sueldo digno
Y la respuesta de los interesados no se hizo esperar, puesto que los docentes del estado Miranda, estado que hace unos días regentó, manifestaron que les parece bien todos los proyectos, pero piensan que su lucha “sigue centrada en un salario digno”.
También preguntaron: “¿cómo pagamos un crédito con tres dólares de sueldo?”.
“Con este sueldo tan pírrico, que no nos alcanza para vivir, como dice nuestra Constitución, no nos vamos a poner a pagar un crédito”, indicó Sócrates Manaure, presidente del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza (Sitraenseñanza) del estado Miranda.
“El Gobierno y el ministro deberían poner en funcionamiento el Instituto de Previsión y Asistencia Social para el personal del Ministerio de Educación (Ipasme), que anteriormente brindaba todos esos beneficios que está ofreciendo Rodríguez”, recordó.
En la misma tónica se pronunció René Zapata, secretario de Organización de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), seccional Tuy-Guaicaipuro.
“Todo crédito o beneficio es excelente, pero nosotros no estamos pidiendo créditos, sino un salario que dignifique a los trabajadores de la educación, nacionales y estadales”, dijo, en conversación con el portal El Pitazo.
El dirigente gremial también recordó que la entrega de zapatos para los maestros no es nueva y lamentó que la última vez que lo hicieron, “esos zapatos se rompieron, apenas los usaron, eran de mala calidad”.
También pide, ante la cercanía de fin de años, que les paguen los aguinaldos con una base salarial acorde con la realidad, “y no 40 dólares, como el año pasado”.
Habla FVM
Carmen Teresa Márquez, presidenta de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), tiene «mucha expectativa» por el nuevo año escolar.
Dijo, en declaraciones a VPITV, que el 2023-2024 «no fue favorable ni para los niños ni los maestros».
«Comenzamos un año escolar con mucha ausencia de docentes en las diferentes escuelas del país. No sé qué va hacer el Ministerio para cubrir esas vacantes (…) Estamos en crisis educativa, terminamos en crisis y comenzamos en crisis por la falta de maestros y de salarios”.
Insistió en que esperan reunirse con Rodríguez para reiniciar la negociación de “la contratación colectiva, discutir el salario y la seguridad social de los docentes».
«Nosotros proponemos (un salario) igual o un poco menos que la canasta alimentaria, es decir, entre 300 y 400 dólares. Tenemos fe, de que con este ministro podamos discutir la contratación colectiva».