Armando Benedetti sigue siendo embajador en Caracas, a pesar del nombramiento de Milton Rengifo Hernández
Aunque Armando Benedetti había renunciado a su cargo de embajador en Venezuela, y que su decisión fue aceptada, tal y como se mostró con el nombramiento del joven politólogo Milton Rengifo Hernández, hoy se supo que Benedetti sigue en el cargo diplomático por tres semanas más.
Este hecho, ¡increíble! y hasta ¡insólito! no tiene antecedentes en la historia de las relaciones diplomáticas colombianas.
La realidad es que ahora resulta que hasta el próximo miércoles 19 de junio el embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, seguirá en el cargo diplomático, según se confirmó con el decreto 1002 del 20 de junio; afirmó El Colombiano, replicando la información Semana y Caracol.
A pesar de que la renuncia de Benedetti había sido aceptada para a partir del 23 de junio, esta extensión de casi un mes corresponde a una solicitud del también exsenador.
Se dice que en el decreto se plantea que “Con posterioridad a la aceptación de dicha renuncia, el señor Armando Benedetti manifestó que no le es posible hacer entrega efectiva del cargo dentro del plazo inicialmente previsto, debido a la multiplicidad de asuntos pendientes que incluyen temas administrativos, presupuestales, de organización e implementación relacionados con la reapertura de la embajada y todo lo relacionado con su cargo diplomático”.
El decreto abría sido firmado por el secretario general encargado de las funciones del despacho del ministro de relaciones exteriores, José Antonio Salazar, el pasado 20 de junio, y cuenta con vigencia inmediata. Por lo tanto Armando Benedetti seguirá como embajador en Venezuela durante otras tres semanas.
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De comprobarse la existencia de este decreto (pues ningún medio lo hizo público y la cancillería colombiana no responde al respecto) mientras Benedetti sea legalmente diplomático sus procesos judiciales se dilatarán y la Corte Suprema de Justicia no podrá actuar en su caso.
Así las cosas, hoy en Colombia se estaría dando una intríngulis política donde Armando Benedetti ganaría tiempo para defenderse en pos de que el futuro sea a su favor.
