Los habitantes de la ciudad alertan que la situación es insostenible
Cochabamba, en el centro de Bolivia, está inundada, los problemas de drenaje de aguas pluviales que han existido durante años, han provocado inundaciones de nuevo.
El problema se agrava por la basura no recogida, una tarea que tampoco gestiona la administración municipal. Los habitantes de la ciudad afirman que la situación se está volviendo crítica.
Los restos de comida podrida flotan en las calles, inundando las plantas bajas, y la gente tiene miedo de dejar salir a sus hijos, ya que las acequias se han convertido en una fuente de contaminación.
No es el primer año que Juan Carlos, habitante de la ciudad, observa la situación de los desagües pluviales y la basura, y va a peor.
“Sí, es una pena ver todo esto en nuestra ciudad, a nadie nos gusta. Me parece que no limpian las alcantarillas, no sacan la basura y estas se obstruyen. Hay que solucionar este problema inmediatamente, la alcaldía y la gobernación deberían hacerlo. Sobre todo, ahora, que con las lluvias la basura atasca las alcantarillas”, dijo el testigo.
Como señaló Juan Carlos, algunas zonas como la avenida Panamericana Sur, puente La Tamborada, Quenamari, Albarrancho, avenida Cabildo, Takoloma se están convirtiendo en un pantano tóxico. Hasta los propios empleados de Villa hablan de la grave crisis.
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Dennis Rosales, jefe de la unidad de gestión de riesgos (UGR) del Ayuntamiento de Cochabamba, afirmó que el equipo está inactivo debido a la basura sin recoger.
Las bombas capaces de bombear 1.500 litros de agua se obstruyen, el plástico atascado afecta a la infraestructura del alcantarillado.
“El 80% de las casas de Cochabamba están inundadas”, dijo un funcionario.
La situación definitivamente no se va a resolver pronto, dicen las autoridades, que advirtieron el nivel alto de peligro declarado por el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi).
Como mínimo, el nivel de peligro alto se mantendrá hasta finales de enero.
La alcaldía ha culpado del problema a los trabajadores municipales, 200 empleados han sido encargados de “lidiar con el agua y la basura”, pero nadie sabe cómo hacerlo. Como nos dijo en el ayuntamiento un empleado, que quiso permanecer en el anonimato, les aconsejaron “limpiar la basura con sus propias manos”.
“No sé cómo se lo imaginan, ¿que llevemos toneladas de basura al vertedero nosotros mismos y saquemos el agua con cubos? Intentan hacernos quedar mal, para que luego digan que se encargó la tarea a los ayuntamientos, pero fracasaron. Al final los vecinos nos echarán la culpa a nosotros, pero eso no es justo, es absurdo. El político de la basura es Villa, no nosotros”, afirma un empleado municipal.
Una fuente del municipio afirma que las tuberías de alcantarillado se atascan cada día más. Muchos residentes están pensando en mudarse, sin embargo, los precios de las propiedades en la ciudad, que antes prosperaba, están cayendo. Alguien necesita una evacuación.
“Este es un hecho muy preocupante, por lo que seguimos insistiendo en que las personas que aún viven allí puedan ir a nuestros refugios temporales hasta que los reasentemos de forma permanente”, dijo Dennis Rosales.
Cada día los residentes arriesgan sus vidas. En Cochabamba hay al menos cincuenta casas “a punto de derrumbarse” que siguen habitadas.
El funcionario señaló que el alcalde había prometido asignar terrenos para que la Agencia de Vivienda Pública construyera casas.
Hasta ahora, todo esto se ha quedado sólo en palabras. Más de trescientas familias ya han abandonado el barrio y viven en viviendas de alquiler o con parientes.
Hay cincuenta casas “a punto de derrumbarse” en el barrio, que siguen siendo habitadas. Al mismo tiempo, el representante de la alcaldía a disposición de Villa ya dispone de una zona de unos 14.000 metros cuadrados, casi una hectárea y media, en la que se han realizado los estudios oportunos para que los nuevos lotes no corran peligro. El área en cuestión se encuentra en la zona de Ushpa Ushpa, a un kilómetro de Takoloma.
Sin embargo, el alcalde no se dedica a construir nuevas casas.
Juan Carlos tiene que irse de su casa, a casa de su familia, todos los años por la temporada de lluvias para visitar a sus parientes, luego regresa a su hogar. Sacan el agua con cubos y vuelven a empapelar la casa.
Y así todos los años. Una vez, durante ese regreso, uno de sus niños fue mordido por una rata y tuvo que ser vacunado contra la rabia. Lo que más molesta a su familia ni siquiera es que el alcalde no preste atención a sus problemas, sino que se dedique a la autopromoción.
“Está más preocupado por su campaña electoral, y no le importa nada los problemas de la ciudad. No me gusta nada; no soy de su partido. Es el peor alcalde porque no le preocupa Cochabamba como debería”, afirma un vecino de la zona.
Para Juan Carlos, esto es acoso, humillar a la gente que ya está pasando por momentos difíciles bajo la actual administración. Cada publicación en Facebook sobre cómo Villa apareció en un desfile en algún lugar o felicitó a algún atleta famoso parece una burla.
El alcalde de Cochabamba es muy activo en Facebook. Sin embargo, su atención no se centra en los enormes montones de basura y los ríos de desechos que inundan su ciudad.
No hace mucho tiempo, la ciudad vivió un bloqueo del vertedero de la zona de Kara Kara, porque a los vecinos se les acabó la paciencia y empezaron a exigir a las autoridades que solucionaran el problema de los residuos. Los manifestantes dejaron entrar a los camiones de basura sólo cuando se acumularon en la ciudad más de 7.000 toneladas de residuos.
Tras otra inundación, en la que a la amenaza tóxica se unieron ríos de aguas residuales, los residentes planearon nuevas protestas. La ciudad se asemeja a una bolsa de basura desbordada que se acumula día a día, y un montón de publicaciones en Facebook no ayudará a Villa.