Juez condena a menor que disparó contra Miguel Uribe a siete años de privación de la libertad
Un juez sancionó con siete años de privación de la libertad al menor que disparó contra Miguel Uribe Turbay.
Un juez del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes (SRPA) sancionó con siete años de privación de la libertad al menor que disparó contra Miguel Uribe Turbay, senador y precandidato presidencial asesinado en Bogotá. El hecho ocurrió el pasado 7 de junio en el parque El Golfito, en la localidad de Fontibón, durante un acto político.
El fallo judicial determinó que el adolescente de 15 años permanecerá recluido en un centro especializado para menores infractores. La decisión, de primera instancia, puede ser apelada por la defensa del joven, que ya anunció recurso.
Detalles del ataque contra Miguel Uribe
Según la investigación de la Fiscalía, el menor que disparó contra Miguel Uribe fue contactado por una red criminal que planeó el ataque. El joven llegó al barrio Modelia en un vehículo conducido por Carlos Eduardo Mora González. Allí recibió una pistola Glock 9 mm de manos de Elder José Arteaga Hernández, alias Chipi.
Posteriormente descendió del automóvil y caminó hasta el parque donde Miguel Uribe participaba en un evento político. Fue en ese momento cuando accionó el arma contra el congresista. Tras los disparos, intentó huir, pero fue reducido por el esquema de seguridad de la víctima y entregado a las autoridades.
El proceso judicial reavivó la discusión sobre si la actual legislación en Colombia resulta insuficiente para sancionar delitos cometidos por adolescentes. La condena al menor que disparó contra Miguel Uribe evidenció cómo organizaciones ilegales utilizan a jóvenes como autores materiales de homicidios, aprovechando los beneficios y reducciones de pena que contempla la ley para esta población.
La Fiscalía confirmó que el joven aceptó los cargos de homicidio en grado de tentativa y porte ilegal de armas. Sin embargo, la condena de siete años contrasta con las penas mucho más severas que recaerían sobre un adulto en las mismas circunstancias.
La muerte de Miguel Uribe Turbay el pasado 11 de agosto en la Fundación Santa Fe, donde permaneció hospitalizado tras el ataque, sacudió el panorama político nacional. Su asesinato ocurrió en plena precampaña presidencial, lo que generó rechazo en amplios sectores y un llamado urgente a reforzar la seguridad de líderes políticos en Colombia.
El caso se convirtió en un símbolo de la fragilidad institucional frente al uso de menores en estructuras criminales. Distintas voces han pedido revisar la legislación vigente para garantizar sanciones proporcionales a la gravedad de los delitos.
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