Los astrónomos detectan la primera erupción de plasma alrededor de una estrella que no es el Sol
La primera erupción de plasma detectada fuera del Sol revela nuevos riesgos para la vida en exoplanetas que orbitan enanas M, según astrónomos que confirmaron la eyección alrededor de la estrella StKM 1-1262.
Astrónomos confirmaron por primera vez una erupción de plasma alrededor de una estrella distinta del Sol, un hallazgo que redefine los riesgos que enfrentan los exoplanetas que orbitan enanas M. La detección, publicada en la revista Science, proviene de StKM 1-1262, una estrella rojiza cuya actividad podría poner en peligro cualquier atmósfera planetaria cercana. El hecho marca un precedente científico: nunca antes se había comprobado una eyección de masa coronal más allá de nuestro sistema solar.
La relevancia del hallazgo es enorme. Si un planeta similar a la Tierra orbitara esta estrella en su zona habitable, esa erupción de plasma sería tan violenta que podría comprimir su atmósfera hasta la superficie, dejando expuesta cualquier forma de vida a partículas letales.
Una estrella frecuente
Las enanas M, como StKM 1-1262, representan cerca del 70 % de las estrellas cercanas al Sol. Su tamaño pequeño facilita la detección de exoplanetas, razón por la cual se han convertido en prioridad para buscar mundos potencialmente habitables. Sin embargo, su actividad extrema —llamaradas, radiación ultravioleta y ahora eyecciones de plasma confirmadas— plantea dudas sobre la viabilidad de la vida a su alrededor.
Aunque las llamaradas en enanas M se observan con frecuencia, los astrónomos nunca habían podido confirmar una eyección de masa coronal. Se sospechaba incluso que los potentes campos magnéticos de estas estrellas impedían que el plasma escapara.
La prueba definitiva
La clave provino del radiotelescopio LOFAR, una red de más de 20.000 antenas que monitorizó 86.000 estrellas cercanas durante ocho horas continuas. Solo una generó la señal definitiva: una ráfaga de radio tipo II, la huella inequívoca de una eyección de plasma desplazándose a gran velocidad.
El equipo calculó que el material se movía a unos 2.400 km por segundo, un valor comparable al de las eyecciones solares más energéticas. Esto sugiere un evento particularmente potente.
Según las estimaciones del equipo, una enana M típica podría expulsar una eyección de masa coronal cada 500 años. Aunque parezca un intervalo largo, para un planeta que necesita miles de millones de años para desarrollar vida compleja, la repetición periódica de estas explosiones representa una amenaza constante.
El telescopio espacial James Webb continúa buscando atmósferas en planetas rocosos alrededor de enanas M, pero sin resultados positivos. Este nuevo hallazgo podría explicar parte de esa ausencia: la actividad extrema de estas estrellas podría estar despojando a los planetas de su protección atmosférica.

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