El día 27 pareciera ser una fecha predestinada para los grandes acontecimientos, tanto históricos y sociales, así como deportivos, culturales, religiosos y policiales. Algo similar podemos afirmar del mes de noviembre, históricamente, noticioso.
Por ejemplo el 27 de junio se ha convertido en un día clave para los comunicadores sociales por celebrarse el día del periodista venezolano. Todo, en honor al día 27 de junio de 1818 cuando El Libertador, Simón Bolívar, fundó el Correo del Orinoco. También un 27 de junio , pero de 1870, el General Guzmán Blanco, dictó el famoso decreto de “Instrucción gratuito y obligatorio”.
En el ámbito internacional, Estados Unidos lanzo un satélite de observación nuclear y Rusia lanzo un cohete balístico intercontinental para probar su capacidad operativa. Si nos trasladamos al mundo deportivo, también un 27 de junio de 1979, Muhammed Ali, el más grande boxeador de la historia, libra por libra, anuncio su retiro definitivo de los cuadriláteros.
En el campo de lo político y lo social, aún están vivos los recuerdos de tantas personas muertas ,heridas y desaparecidas aquel 27 de noviembre de 1992, día del segundo intento fallido de golpe de estado el cual fue presagio de las dos próximas décadas durante las cuales se han acentuado la pobreza , el hambre y la inseguridad jurídica tan necesarias en cualquier país que se haga llamar democrático.
Curiosamente, 48 horas antes el 25 de ese mismo mes de noviembre, un grupo armado asalto en plena pista del Aeropuerto Manuel Pilar de Cuidad Guayana, a una avioneta de transporte de valores ” Transvalcar” y se apoderó de 86 millones de bolívares en barras de oro y dinero en efectivo.
Este hecho lo perpetro la llamada “Mega Banda” cuyo jefe era uno de los más grandes y audaces delincuentes en la historia criminal del país: el Capitán Avendaño. Esta organización criminal se ubicó, prácticamente, frente a las instalaciones de la terminal aérea sin que ninguna inteligencia oficial pudiera percatarse de que, en una modesta casa, se estaba gestando desde quince días atrás, la operación que produjo la muerte de los cuatro tripulantes de la aeronave.
Habilidosa mente, el grupo hamponil produjo el incendio de un camión, minutos antes de la operación, para desviar la atención de las autoridades. Nadie puso en dudas en ese momento, que fue una idea diseñada por el lugarteniente o segundo en la línea de mando de la Mega anda, Martinez Ojeda.
La mayoría de los integrantes de esta organización delictiva, huyó a Costa Rica. En ese país montaron un establecimiento comercial,(arrpera) como panfleto para desviar la atención, pero posteriormente cometieron otros delitos, fueron capturados y trasladados a Venezuela. Su destino final fue la cárcel de El Dorado. Años más tarde, el jefe de la Mega Banda, el Capitán Avendaño fue envenenado en esa cárcel donde solo había 144 de los delincuentes más temibles, habilidosos e irrecuperables conocidos por la historia delictiva del país.
Como si se tratara de una desagradable coincidencia, el presente mes de noviembre mantiene en expectativa a todo el país por la ubicación de seis cadáveres quienes han sido lanzados a la basura, a través del Tobogán de la muerte y en medio de una incertidumbre que no permite conocer, ni del móvil ni las circunstancias en las cuales ocurrieron previamente esas muertes.