MÁS ALLÁ de la lucha contra el narcotráfico: lo que hay detrás del despliegue de EE. UU. en el Caribe
The New York Times hace un recuento del personal militar y equipo bélico desplegado por Trump cerca de Venezuela
Desde finales de agosto, el ejército estadounidense ha ido incrementando de manera constante y significativa el número de fuerzas militares que tiene en el Caribe, con alrededor de 10.000 soldados en el mar y en tierra, reseña The New York Times.
Se trata del mayor despliegue de fuerzas estadounidenses en la región en décadas, y su propósito es reforzar lo que el gobierno de Donald Trump afirma que es una misión antidroga y antiterrorista.
Estados Unidos también ha ejecutado varios ataques letales contra embarcaciones que, según el gobierno, transportaban narcóticos. El presidente Trump y otros funcionarios han publicado videos de los ataques en redes sociales.
Gran parte de la concentración militar es visible en imágenes de satélites comerciales y científicos y en fotografías compartidas en redes sociales y por habitantes de la región.
Algunos de los vuelos militares se pueden ver en sitios web de monitoreo de vuelos de acceso público. El ejército también ha publicado detalles sobre las actividades estadounidenses en el Caribe.
Sin embargo, los funcionarios han dejado claro en privado que el principal objetivo del incremento de tropas —que Trump dijo la semana pasada, que también podría incluir operaciones encubiertas de la CIA— es expulsar del poder a Nicolás Maduro, el autoritario líder de Venezuela.
Aproximadamente la mitad de la fuerza estadounidense se encuentra a bordo de ocho buques de guerra de la Armada, incluidos unos 2200 infantes de marina equipados con aviones de combate.
La otra mitad, ligeramente mayor, está principalmente en Puerto Rico, en antiguas bases estadounidenses que actualmente funcionan como aeropuertos civiles, e incluye cazas F-35 del Cuerpo de Marines, drones MQ-9 Reaper de la Fuerza Aérea y una variedad de otros aviones de vigilancia, junto con personal de apoyo.
Un mayor despliegue de fuerza militar
Recientemente, se ha producido un dramático despliegue de amenazas aéreas en la región.
La semana pasada, al menos dos bombarderos B-52 procedentes de Luisiana volaron frente a la costa de Venezuela durante varias horas, en lo que un alto funcionario estadounidense calificó como “una demostración de fuerza”.
Aunque los bombarderos volaron en el espacio aéreo internacional, estuvieron en una región de control del tráfico aéreo gestionada por Venezuela. Los B-52 pueden transportar decenas de bombas de precisión.
Una unidad de élite de Operaciones Especiales del Ejército también ha estado realizando vuelos en helicóptero sobre el océano entre Venezuela y Trinidad y Tobago. Más al sur, habitantes de la zona publicaron videos en redes sociales donde se veía que había aviones de vigilancia de la Marina estadounidense sobrevolando el sur de Trinidad y Tobago, a alrededor de unos 20 kilómetros de la costa de Venezuela.
The New York Times también identificó al MV Ocean Trader, un buque que puede servir como cuartel general de Operaciones Especiales y que se utiliza principalmente en misiones furtivas. El buque fue captado en imágenes de satélite alrededor de 137 kilómetros al noreste de Venezuela.
Dos grandes buques de reabastecimiento de la Armada, que transportan combustible y suministros a los buques de guerra, también fueron vistos en Puerto Rico el fin de semana.
Funcionarios militares estadounidenses dijeron que las operaciones aéreas y navales eran, al menos por ahora, misiones de entrenamiento, y no ensayos para posibles ataques militares en Venezuela. Sin embargo, este tipo de presencia militar en la región es un reflejo del aumento de la presión sobre Maduro, y da opciones a Trump para decidir qué hacer a continuación.
Cómo se está posicionando EE. UU.
El incremento de la presencia militar estadounidense ha sido más notable en el mar, pero el Pentágono también ha enviado discretamente varios miles de efectivos de tripulaciones de vuelo, especialistas en mantenimiento, fuerzas de seguridad y más personal de apoyo a bases de la región.
Puerto Rico es la principal base militar estadounidense para sus operaciones en el Caribe. El aeropuerto Rafael Hernández de Aguadilla se ha convertido en un eje de operaciones de vuelos de drones armados. Las imágenes satelitales muestran que Estados Unidos construyó el mes pasado un nuevo búnker para almacenar munición para los drones.
Cerca del búnker de municiones, las imágenes también muestran un dron MQ-9 Reaper, que puede utilizarse para reconocimiento y para atacar objetivos.
Al otro lado de la isla, más de una decena de aviones militares se encuentran estacionadas junto a la ciudad de Ceiba, incluyendo cazas furtivos F-35 del Cuerpo de Marines, helicópteros y al menos un avión de combate AC-130 de la Fuerza Aérea. Los aviones realizan misiones desde un aeropuerto de la Estación Naval de Roosevelt Roads, que los militares cerraron en 2004.
Y en las Islas Vírgenes de Estados Unidos, en una colina que domina el Caribe, un pequeño aeropuerto de Santa Cruz alberga tres aviones de reabastecimiento de las Fuerzas Aéreas y un nuevo sistema de radar. El radar, que se ve en una fotografía tomada por un habitante local, es utilizado por las Fuerzas Aéreas para vigilar el espacio aéreo y rastrear aviones.
Para comentar, debes estar registradoPor favor, inicia sesión