Los anaqueles muestran productos que variados, cuyos precios en su mayoría no podrían ser pagados por venezolanos que ganen sueldo mímino
La apertura del megamercado Megasis, es un negocio que representa una competencia para productores locales y un nuevo desafío de Irán y el régimen de Nicolás Maduro a los Estados Unidos, un enemigo común que los apunta con sanciones.
Primero enviaron cinco buques con gasolina y, semanas después, un barco cargado de alimentos para inaugurar el primer supermercado iraní en Venezuela.
Hace tiempo que el binomio Caracas-Teherán es foco de las críticas de la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que tilda a Nicolás Maduro de “dictador”, a la vez que señala a su aliado persa de vínculos con el terrorismo.
“Los países sancionados podemos complementarnos, por ejemplo Venezuela tiene muchos productos que en Irán no hay, y Venezuela tiene algunas necesidades que podemos abastecer”, declaró Issa Rezaei, en la ceremonia de inauguración transmitida por VTV.
Megasis, ubicado en Terrazas del Ávila, una urbanización de clase media bordeada por el Ávila, y con una panorámica del empobrecido Petare, es propiedad de Etka, un consorcio operado por el Ministerio de Defensa iraní.
El galpón, de unos 20.000 metros cuadrados, pertenecía a la cadena de hipermercados franco-colombiana Éxito, expropiada en 2010 por orden del fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013).
Ya en manos del régimen venezolano pasó a llamarse Abastos Bicentenario, y en 2016, Tiendas CLAP, como parte de un programa para distribuir alimentos subsidiados a familias pobres, en el que participó Alex Saab. El empresario colombo-venezolano fue arrestado el 12 de junio en Cabo Verde, acusado por Estados Unidos de lavado de dinero.
Entregar este supermercado a Irán es una “muestra que todo lo expropiado por el chavismo ha fracasado”, además de darle una “bofetada” a las sanciones de Washington, considera el economista José Manuel Puente, profesor del Centro de Políticas Públicas del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA).
Lo que ofrece
Megasis fue abastecido con mercancía traída por el barco Golsan, que atracó en el país el 21 de junio. Antes llegaron cinco buques con 1,5 millones de barriles de gasolina, en medio de una merma crónica que golpea al país con las mayores reservas de crudo del mundo.
El abasto abre sus puertas en un país encaminado a su séptimo año de recesión y su cuarto en hiperinflación. La crisis impide a cuatro de cada cinco venezolanos acceder a los productos de la cesta básica, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), abordada por tres de las principales universidades del país.
El supermercado ofrece generadores eléctricos, un producto fuera del alcance de la mayoría de venezolanos pero cada vez más usados en un país que sufre cortes eléctricos diarios.
En el área de pescadería ofrecen especies locales además de salmón chileno a 30 dólares la pieza de 1,2 kilos. También hay porciones individuales sobre los 3 dólares que se “han llevado bastante”, dice uno de los vendedores.
Más allá de la retórica compartida contra Estados Unidos, la relación con Irán “no resolverá el ciclo de desastre que vive Venezuela”, remarca Puente.