Los últimos dos días de los acontecimientos en la parroquia La Vega , revelaron y pusieron al descubierto dos realidades lamentables.
La primera de ellas fue el supuesto operativo coordinado por el Ministerio de Interior Justicia y Paz , el cual hacía referencia a “Una parroquia La Vega Segura”.
Frente a los resultados de ese operativo, el cual incluía bolsitas de drogas, algunas pistolas y sólo un arma de alto calibre, que no fueron presentadas en rueda de prensa a los medios independientes, fueron intensos y frecuentes los comentarios según los cuales, esa movilización de funcionarios de la PNB y todos sus órganos policiales dependientes, solo fue “un pote de humo” que nadie creyó por lo programada que estuvo.
Adicionalmente, los funcionarios policiales llegaron hasta las garitas de los delincuentes ubicadas en lo más alto de la parroquia, pero a nadie ubicaron porque los integrantes de las bandas fueron informados previamente de la movilización y de su duración. Pasadas las dos de la tarde del día sábado, dieron la orden de que se retiraran los funcionarios y culminara “el Operativo”.
La segunda realidad lamentable puesta de manifiesto, durante los sucesos del lunes que dejaron cuatro personas muertas a tiros, es la forma más deportiva de hacer correr rumores, partiendo de informaciones falsas y sin ningún tipo de sustentación.
A partir de las dos pm se hizo “viral” la información que generó miedo en la población de esa parroquia, según la cual “El Coqui había, amenazado con matar a un civil cada hora si los cuerpos policiales no se retiraban”. Pasadas las cuatro de la tarde cambiaron la información y le atribuyeron a El Vampi la autoría de la misma amenaza.
Una tercera versión circuló al final de la tarde que dejaba claramente la duda establecida cuando señalaba textualmente que “El Coqui y El Vampi habrían amenazado con matar a un civil cada hora”, por la razón señalada.
Hay que recordar que el área de acción y poder de estos dos “personajes” no es La Vega, sino la Cota 905 y mal podría atribuirsele a ellos una amenaza de esa naturaleza, cuando son, teóricamente , los primeros interesados en que la policía saque de circulación a todas las bandas que operan en la parroquia La Vega.
¿Por qué? Porque les traería beneficios en el propósito de apoderarse y decretar a La Vega como zona de paz , a donde ya la policía no podría ingresar como ha ocurrido en la Cota 905.
Son dos personajes de quienes se sabe poco y de quienes se habla much , pero sin fundamentos. ¿Reciben El Coqui, El Garvis y El Vampi apoyo del gobierno?
Saquen ustedes sus propias conclusiones, tomando en cuenta cuántas veces han ingresado los funcionarios policiales a la Cota 905 en los últimos meses y cuántas a la parroquia La Vega.
¿Qué puede venir en el futuro con este panorama planteado? Nada bueno, nada alentador si se sigue permitiendo que estas bandas sigan adquiriendo constantemente proyectiles y armas de última generación, infinitamente superiores a “las pistolitas” que portan los funcionarios policiales.
¿Soluciones? Sí las hay. Sólo se necesitan dos cosas: apartar la mentira sistemática y tomar la decisión contundente de desarticular esas bandas.