Pese a las condiciones inclementes y la falta de dinero, cientos de venezolanos permanecen al borde del Río Bravo, mientras que no cesa la llegada de connacionales cada día. Todo esto en medio del anuncio del fin de la aplicación del Título 42 para el mes de diciembre
Los migrantes venezolanos no han dejado de llegar a las ciudades fronterizas de México, especialmente a Ciudad Juárez, en donde se han instalado en carpas al borde del río Bravo, esperando una oportunidad para ingresar a EE.UU. y comenzar una nueva vida.
Desde el acuerdo entre EE.UU. y México, que tiene como fin expulsar a los connacionales que hayan ingresado a pie a territorio norteamericano de manera irregular, comenzó una nueva odisea para los migrantes venezolanos.
Pero el anuncio del juez Emmet Sullivan,le dio un nuevo giro a esta historia, ya que le dio un plazo de cinco semanas, al gobierno de Joe Biden para prepararse para la sentencia que impide aplicar la norma Título 42 que bloquea la entrada de migrantes que solicitan asilo en la frontera con México.
Después del infierno del Darién
Hace pocos meses el infierno del Darién era la peor parte de la travesía hacia el sueño americano, pero con las nuevas restricciones, los migrantes venezolanos que venían en camino, se las jugaron todas y se instalaron al borde del río Bravo.
Reseña la prensa local que en Ciudad Juárez, no han parado de llegar venezolanos. Algunos incluso han durado hasta un mes detenidos en Tapachula, Chiapas y San Pedro Tapanatepec, en Oaxaca.
Los venezolanos permanecieron en estas ciudades esperando un permiso migratorio para poder trasladarse hasta esta frontera.
Diferencias en el campamento
Desde el pasado 12 de octubre la presencia de los migrantes venezolanos en el borde del río Bravo se incrementó por las nuevas restricciones que anunció la administración de Joe Biden.
Desde entonces no han dejado de recibir ayuda de las comunidades; ellos por su parte se han organizado ye instalaron un centro de acopio para canalizar las ayudas y distribuir de manera equitativa lo que se recibe.
No obstante, la presa regional indica que en los últimos días se ha detectado algunos problemas y discusiones entre los migrantes al recibir las donaciones.
Todo esto ocurre en momentos que se vive una ola de frío, que golpea a los venezolanos que se encuentran asentados en carpas. Las autoridades han desplegado amplios operativos y los han invitado a trasladarse a los albergues, pero la mayoría no acepta con la esperanza de poder cruzar hacia los Estados Unidos.
Las condiciones inclementes en las que se encuentran, sería una de las causas de las diferencias que se están presentando entre los migrantes venezolanos.
“Ya se puede oír los roces entre ellos, por desacuerdos a la hora de hacer fila para recibir ayudas como comida, aguas y ahora los más peleados, chamarras y casas”, reseña el Heraldo de México.
Río Bravo full de venezolanos
La llegada de venezolanos a Ciudad Juárez es constante, y en estos últimos días ha empeorado la situación.
Una muestra de ello es que se incrementó en número de carpas instaladas a lo largo del borde del río. Además de la parte media y en la orilla donde corre el río. Las canchas de basquetbol también está a su máxima capacidad.
Las condiciones en las que llegan los migrantes son lamentables: sin dinero, sin ropa y sin un lugar para pasar la noche.
El dictamen del juez Sullivan, sobre el fin de la aplicación del Título 42, el cual quedará sin efecto el 21 de diciembre a la media noche, constituye una esperanza para los cientos de venezolanos que se encuentran pasando frío y viviendo de la caridad pública.