El panorama del mercado cambiario venezolano es gris oscuro con matices de negro y avizora que lo que viene no es precisamente joropo ni alpargatas que aguanten
Para el dólar paralelo o “criminal”, como lo denomina el oficialismo, no aplica el popular lema de “todo lo que sube baja”. El mismo sigue en alza y la tarde de este martes 17 de enero cerró en Bs. 21,77, con visos de no parar.
Su cotización subió 0,34 bolívares con relación al cierre de apertura de esta misma jornada y ya se aproxima al umbral de los 22.
A pesar de que a principio de año se ha movido a menos velocidad que en noviembre y diciembre de 2022, también es cierto que su incremento ha sido constante.
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Ni los esfuerzos con inyección de dólares a la banca ha servido para combatir al “dólar criminal”, mientras el oficial, sin estar a la par, le sigue los pasos sin timidez.
La estrategia del Banco Central de Venezuela (BCV) para frenar a la divisa norteamericana parece haberse agotado y, lo que es peor, en detrimento de las reservas.
El “dólar criminal” no cree ni en discursos ni en Superbigote, sigue pa’ lante, y el bolsillo del venezolano cada vez más mermado
Bolívares en efectivo no hay
La promesa de fortalecer el bolívar ante el acecho del dólar parece también haber fracasado.
Si bien, por la misma volatilidad del mercado, ha crecido la cantidad de operaciones en bolívares digitales a través de la banca, esto no deja de lado que para preservar el valor de los ingresos el ciudadano prefiere “ahorrar” (si se puede decir en este contexto) en dólares.
Mientras, por otro lado, los bolívares en efectivos brillan por su ausencia y ya hasta para pagar el transporte público es insuficiente y se recurre al dólar.
La guerra económica no ha terminado, pero cada batalla la está ganando el dólar, y al paso que vamos, si no es por nocaut, si vencerá la contienda por decisión unánime.
