ONU pide a Irán frenar la ejecución de Zahra Shahbaz Tabari, una mujer de 67 años condenada a muerte
La ONU pidió a Irán detener la ejecución de Zahra Shahbaz Tabari, una mujer de 67 años, al advertir graves violaciones al debido proceso y al derecho internacional.
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La ejecución de Zahra Shahbaz Tabari ha encendido las alarmas de expertos en derechos humanos de Naciones Unidas, que reclamaron a Irán la suspensión inmediata de la sentencia de muerte dictada contra esta ingeniera eléctrica de 67 años. Los especialistas advirtieron que el caso presenta serias irregularidades procesales y un uso indebido de la pena capital para delitos de seguridad nacional definidos de forma ambigua.
Tabari fue condenada en octubre de 2025 por un Tribunal Revolucionario en la ciudad de Rasht, acusada del delito de rebelión armada, conocido como baghi. La sentencia se sustentó, según las autoridades iraníes, en dos elementos: un fragmento de tela con el lema “Mujer, resistencia, libertad”, ampliamente utilizado durante las protestas de 2022, y un mensaje de audio que no fue hecho público.
Graves fallas judiciales en el proceso
De acuerdo con los expertos de la ONU, la ejecución de Zahra Shahbaz Tabari se derivaría de un proceso judicial marcado por vulneraciones sistemáticas a las garantías mínimas de un juicio justo. La mujer fue detenida durante una redada en su vivienda sin orden judicial y permaneció cerca de un mes en aislamiento, sometida a interrogatorios continuos.
Durante ese periodo, habría sido presionada para admitir vínculos con grupos opositores y para confesar una supuesta intención de alzarse en armas contra el Estado. El juicio se celebró por videoconferencia, duró menos de diez minutos y se le negó el derecho a contar con un abogado defensor. La condena a muerte se dictó de manera inmediata al finalizar la vista.
Los expertos calificaron estas prácticas como “graves violaciones procesales” que invalidan cualquier condena resultante y ponen en duda la legalidad de la sentencia.
Posible ejecución arbitraria, según la ONU
Irán es Estado parte del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos desde 1975, un tratado que limita la pena de muerte a los delitos más graves, entendidos como homicidios intencionales. Según los especialistas, el caso de Tabari no cumple con ese umbral.
La ONU alertó que ejecutar a una persona en estas condiciones constituiría una ejecución arbitraria y un incumplimiento directo de las obligaciones internacionales del país. Además, subrayó que criminalizar el activismo femenino y la expresión política pacífica como prueba de rebelión armada supone una forma grave de discriminación de género.
Un patrón más amplio de uso de la pena capital
La ejecución de Zahra Shahbaz Tabari no sería un hecho aislado. Los expertos señalaron que al menos 52 personas se enfrentan actualmente a la pena de muerte en Irán por delitos de seguridad nacional como moharebeh (guerra contra Dios), corrupción en la tierra o espionaje, figuras jurídicas que han sido cuestionadas por su vaguedad.
“El uso sistemático de la pena de muerte para castigar la disidencia política representa una burla a la justicia y un grave retroceso en materia de derechos humanos”, concluyeron los especialistas, al reiterar su llamado urgente a detener la ejecución y revisar el caso conforme a los estándares internacionales.
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