¿Por qué zumban los cables de alta tensión?
Se trata del "efecto corona" que se produce cuando el campo eléctrico que rodea el cable comenzar a ionizar el aire a su alrededor
Seguro que, en algún momento, durante un paseo solitario por el bosque o por una carretera poco transitada, has escuchado un sonido poco natural que se unía al de los pájaros y las hojas de los árboles: un extraño zumbido.
Un susurro eléctrico que parece salir del aire mismo. De hecho, en los días húmedos o lluviosos, el sonido se vuelve más notorio… Casi molesto, ¿no? Pero, ¿qué es exactamente ese zumbido que interrumpe el silencio y la paz de la naturaleza?
Pues bien, aunque no siempre seamos conscientes de ello, los cables de alta tensión suelen emitir un leve zumbido.
A veces es algo tan suave que se pierde en el propio ruido del entorno, por lo que es muy difícil que lo escuches en una calle transitada o en el medio de una ciudad.
Sin embargo, hay veces, sobre todo cuando el silencio es el que reina o en días húmedos, en los que se vuelve algo evidente, como un “zzzzz” constante que no se detiene.
Y, si de verdad quieres escucharlo alto y claro, solo debes posicionarte cerca de alguna torre eléctrica o en algún lugar en el que los cables cuelguen cerca del suelo, tal y como ocurre en subestaciones o en instalaciones de tipo urbanas.
No falla: el sonido nunca cesa. Pero, ¿por qué sucede? La respuesta a esa pregunta recae, simplemente, en cómo se comportan los electrones al viajar a grandes velocidades.
Porque no, no es que los cables estén rotos o que exista una fuga o un daño peligroso. Al contrario: ese sonido es una señal de que todo funciona tal y como debería, aunque con un pequeño acompañamiento sonoro que tiene un nombre particular: el efecto corona.
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La chispa invisible
Pero no nos equivoquemos: efecto corona no es una chispa como las que saltan al enchufar algo en mal estado, ni una descarga que salta entre cables dañados. De hecho, es un fenómeno mucho más sutil.
Cuando un cable transporta electricidad a muy alto voltaje, el campo eléctrico que lo rodea es tan fuerte que puede comenzar a ionizar el aire a su alrededor.
¿Qué significa eso? Pues que las moléculas del aire, principalmente oxígeno y nitrógeno, comienzan a cargarse eléctricamente, convirtiéndose en iones. Esto no sucede de forma explosiva, sino más bien como una especie de “neblina eléctrica” casi invisible que rodea al cable.
Es un proceso en el que se liberan pequeñas cantidades de energía en forma de luz ultravioleta, calor y sonido.
Pues bien, ese es, justamente, el zumbido que escuchamos, tal y como si el aire mismo “vibrara” alrededor del cable.
En condiciones normales es un efecto mínimo, pero si el aire está húmedo, hay más partículas de agua flotando, lo que facilita la ionización. Por eso, en los días lluviosos o de neblina, el zumbido es mucho más notorio.
Cables, forma y clima
Ahora bien, no todos los cables zumban igual, y la intensidad y la frecuencia del sonido dependen de varios factores. Por ejemplo, uno de ellos es la forma del conductor: los cables con superficies irregulares o desgastadas tienden a generar más efecto corona, porque en esos puntos, el campo eléctrico es mucho más intenso.
La tensión eléctrica también es clave. Cuanto más alto es el voltaje, mayor es la posibilidad de que se genere efecto corona. Por eso lo escuchamos solo en líneas de alta o extra-alta tensión, no en los cables comunes de una casa o en las calles de una ciudad.
¿Y qué hay del sonido mismo? A veces es un zumbido constante, otras veces parece un chisporreteo suave.
Técnicamente, se trata de una descarga parcial, es decir, no una explosión completa de electricidad, sino una liberación mínima y controlada que no pone en riesgo la seguridad del sistema o de las personas.
Zumbido y todo va bien
Aunque podría llegar a parecer contradictorio, podemos estar tranquilos, pues el sonido es una señal de que todo va bien.
El efecto corona, dentro de ciertos límites, es un fenómeno normal esperado en las líneas de transmisión. Las empresas eléctricas incluso lo monitorean para asegurarse de que no esté fuera de control.
Por ejemplo, si detectaran que el sonido fuera excesivo o cambiante, sí podría indicar un problema, como un cable dañado o una conexión suelta. Pero en general, ese murmullo es como una especie de testigo sonoro del flujo de energía que mantiene, no solo en nuestras casas, sino las calles y las ciudades, funcionando.
Con información de National Geographic
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