Comenzó a los 4 años y ya suma más de cuatro décadas de carrera, en la que la realidad superó cualquier drama que la actriz haya vivido en ficción
Las raíces de Carolina Tejera son las de muchas jóvenes criollas. Padre alemán, abuelo español, madre mexicana, ella venezolana. Comenzó a los 4 años en televisión y se convirtió en una de las modelos de Sábado Sensacional.
Con ese aval, tuvo la oportunidad de debutar, ya como adulta, en telenovelas. Sirena, una producción de la naciente Marte TV que en 1993 revolucionó el mundo de las telenovelas; le dio su primer chance. El drama era protagonizado por Carlos Montilla y Astrid Grúber, pero tenía un elenco de primeras figuras.
No eran muchos los parlamentos que tenía ahí Tejera, pero fue el empujón que necesitaba para terminar de consolidar la carrera que había iniciado cuando niña. Tras de esta producción vinieron otras, Rosangélica, La hija del presidente, Cruz de nadie, Volver a vivir , María de los Ángeles y Reina de corazones.
Al filo de terminar el siglo XX, Radio Caracas Televisión le dio la oportunidad de protagonizar Mujer Secreta, junto a Juan Carlos Vivas y también acompañada por un elenco de primeras figuras. Aunque ya la producción de telenovelas había comenzado a decaer, se mantenía inalterable el horario estelar.
Y para eso fue llamada Carolina Tejera. A tratar de mantener en el alto el horario. Y lo logró. El drama la presentó como una muchacha de buenos sentimientos. Algo que cambiaría poco después en su carrera.
Carolina Tejera: De las pantallas a las paredes
El éxito que tuvo en Venezuela le permitió también lanzarse a otra aventura: los calendarios. En la década de los 90 muchas venezolanas dedicadas al modelaje y al entretenimiento aprovecharon esta opción para promoverse.
En el caso de Tejera llamaba la atención porque siempre ha dicho que ella fue criada en un hogar cristiano. Sin embargo, ella se ha encargado de decir que para nada las situaciones se contradicen. Según su punto de vista, la integridad está en la persona.
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Dos calendarios le dieron le sirvieron también como material para iniciar su carrera internacional. Gata Salvaje fue esa producción. En 2002, Carolina Tejera aterrizó en Miami y le tocó la responsabilidad de ser la antagonista. Protagonizada por Marlena Favela y Mario Cimarro, la adaptación de un dramón de Inés Rodena fue noticia en todos los sentidos.
Además de los propios conflictos de sus personajes, se produjo una verdadera rivalidad entre ella y Favela… y Marjorie de Sousa; la tercera en disputa por el amor del protagonista. Las disputas traspasaron los sets de grabación y llegaron a oídos del escritor. El venezolano Alberto Gómez aprovechó el choque y traspasó eso a sus libretos. Así lo dijo en el programa Confesiones de novela.
En el mismo espacio, dos de las tres actrices involucradas reconocieron las diferencias. Mientras Tejera aseguraba que Favela la había golpeado durísimo durante una escena, la mexicana aseguró no recordar nada. Que seguramente todo había sido en el fragor de la grabación.
Lo cierto es que el personaje de Eva Granados la consolidó internacionalmente. Carolina trabajó en otros países y, a partir de ese momento, se convirtió en una de las villanas favoritas de las producciones latinas.
Cosita Linda, una versión de la venezolana Cosita Rica terminó de explotar ese lado malvado como actriz. Tejera también ha hecho cine. Su primera experiencia fue en Muchacho solitario, la primera cinta de los hermanos Servando & Florentino.
Después de haber trabajado en más de 20 telenovelas, Carolina decidió abrir su propia empresa, Tejera TV. La misma ha publicitado una realización de tipo policial, Proyecto 23 se llamó en honor al Salmo del mismo número; que tiempo después fue promovido como Miami on Alert.
Ella fue la encargada del libreto, de la producción y de la dirección. Sin embargo, más allá de un tráiler aún no ha visto la luz. En el site especializado IMDB no aparece registrado.
Del drama a la vida real
Lo curioso de esa idea es que uno de los socios era el mayor de la policía de Miami, Orestes Chávez, con quien en ese momento ella tenía una relación sentimental. Más curioso aún es que uno de los protagonistas fue su exesposo Don Stockwell.
En esa aparente madurez de relación, no obstante, algo no cuadraba. Tejera se casó en 2006 en San José de Costa Rica de donde es oriundo Stockwell. Seis meses más tarde nació Michael el hijo de la pareja. El matrimonio hizo aguas en 2010 y el niño se quedó a vivir con su madre en Miami.
Sin embargo, el año pasado, la actriz denunció que era víctima de acoso de su exnovio, Chávez, con quien tuvo en algún momento planes de boda, y de Stockwell. Con el primero, había roto el compromiso. Con el segundo se enfrentaba en los tribunales por cuanto él quería quitarle la guarda y custodia de su hijo. Ambos hombres fueron vistos saliendo de la Corte de Miami, donde la expareja fue a apoyar al exesposo.
No lo logró. Pero el drama para ella vendría cuando el propio niño, de 13 años, decidió que quería irse a vivir con su padre. Esa fue una decisión devastadora para ella, pero la cual no le quedó más remedio que aceptar.
Atrás había quedado la alegría que le daba haberse convertido en la primera mujer latina en recibir la llave de la Ciudad de Miami. No le quedaba otra que avanzar y consiguió en la política la manera de sobrellevar su tristeza.
Dedicada, además, a la comercialización de bienes raíces, la actriz es muy activa en el tema político, tanto de Estados Unidos como de Venezuela. Le apasiona el tema y no pierde la oportunidad de apoyar al actual presidente Donald Trump y de fustigar, cuando lo considera, a la oposición y al gobierno venezolano.