Aunque desde muy joven estuvo ligado al mundo artístico, fue con el papel de Piero que Lino Ferrer consolidó su carrera
Siendo adolescente, Lino Ferrer comenzó a canalizar sus inquietudes artísticas en la compañía de la icónica Lily Álvarez Sierra. A partir de ahí, se fue abriendo camino tanto en el teatro como en la televisión.
El salto a la pantalla chica lo dio en 1977 con la telenovela La hija de Juana Crespo, considerada la primera producción dramática de ruptura. Con ella, se abriría las puertas de la llamada telenovela cultural.
Poco a poco fue subiendo peldaños en su carrera, hasta que una década después de su debut, Delia Fiallo le escribió el papel que lo catapultaría no solo en el país, sino también en el exterior.
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Piero, un diseñador regordete y de visibles rasgos afeminados, se convirtió en uno de los personajes más populares de esa telenovela. No solo por los diálogos llenos de sarcasmo y humor, sino porque una de sus frases, De lo last se mantiene, hasta la actualidad, como una de las expresiones del vocabulario propio del venezolano.
Fue tan importante ese personaje que mucho se dijo que el del diseñador Hugo Lombardi, de Betty la fea, estaba inspirado en el que la dupla Fiallo-Ferrer había concebido.
Un poco más adelante, una doble interpretación hizo que Lino Ferrer en Las Dos Dianas si bien no hizo que el personaje de Piero pasara a ser uno más en su currículum, le permitió demostrar la versatilidad de la que era capaz de afrontar.
Hace más de dos décadas, Lino decidió probar suerte en Miami, donde reside actualmente, junto a su hija Génesis. Sacó a flote su vena como dramaturgo, a la vez que se convirtió en empresario artístico teatral. Incluso, llegó a instaurar un premio para premiar el talento latino sobre las tablas.
En la pandemia, Lino Ferrer profundizó su faceta como periodista y entrevistador, llevando a los micrófonos de su canal de YouTube a figuras del medio artístico nacional e internacional.
Que lindo es saber de lino 🇻🇪💙✨que bueno es saber que le va bien y está bien ✨