El día que ganó el Miss Venezuela, Marena Bencomo no pensó que poco después se convertiría en guerrera para rescatar a su esposo
Alicia Machado coronó a Marena Bencomo en el Poliedro de Caracas, como Miss Venezuela 1996. Y todo el mundo pensó que sería el primer back-to-back de la historia del Miss Universo.
Pero no lo fue. La estadounidense Brooke Lee logró alzarse con la corona, y la valenciana de 22 años se quedó con el título de virreina. Llovieron denuncias de supuesto fraude. Pero nada prosperó en el primer certamen de la era de Donald Trump.
Así que Marena volvió al país como la Miss Universo sentimental de ese año. Mientras esperaba para entregar su corona local, decidió que dejaría definitivamente los estudios de odontología.
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La esbelta rubia había parado su formación en la Universidad de Carabobo para centrarse en los ofrecimientos de Osmel Sousa. Meses antes, el “Zar de la belleza” dedicó muchísimas horas para convencerla de que participara en el certamen.
Sin embargo, Marena Bencomo no estuvo mucho tiempo sin hacer nada. La línea aérea Avensa la escogió como imagen y como directora de Relaciones Públicas. Esa sería su nueva responsabilidad.
Pasaron unos meses, y en un viaje conoció a Richard Boulton, hijo del dueño de la aerolínea. Surgió el flechazo y, casi dos años después, la pareja llegó al altar. Pero la felicidad no les duró mucho tiempo. En un suceso que, por más que se ha explicado, aún tiene cabos sin atar, un grupo comando paramilitar de las Autodefensas de Colombia lo secuestraron en la hacienda familiar.
A partir de ahí, fue Marena, junto a la familia de su esposo, principalmente Lolita Winclekmann su suegra, quien luchó día y noche para que lo liberaran.
En 2002, finalmente en una ciudad colombiana Richard Boulton volvió a ver la luz de la libertad. Inmediatamente, la pareja puso tierra de por medio. Al poco tiempo se anunció que llegría John Henry, el primogénito.
Luego arribaría Federico, quien le enseñó a Marena Bencomo otra manera de amar. Siendo del espectro autista, por su hijo menor, la exreina no solo se ha inbuido, por razones obvias, en investigar sobre el tema; sino que también creó una fundación, Autismo y vida, con la que adelanta varios planes.
Después de su divorcio del empresario, a Marena no se le conoció ningún otro romance, hasta que a finales de 2021 se le atribuyó uno con el político Carlos Ocariz. Sin embargo, en ese momento ninguno de los dos confirmó ni desmintió los rumores.