¿Qué pasó con? Mariela Alcalá
Desde pequeña supo que quería dedicarse al medio artístico. Casi 40 años después sabe que su decisión fue la correcta
Desde muy pequeña Mariela Alcalá decidió ser cantante, actriz y bailarina. Un sueño no muy alejado del de muchas niñas. No aspiraba a convertirse en Miss Venezuela, como la otra mitad de las chiquitas venezolanas, pero sí sabía que el mundo artístico era lo que buscaba.
Su mamá no estaba muy convencida de lo que podía aspirar, y esperar, su hija. Sin embargo, con el paso del tiempo cuando fue adolescente la apoyó en conseguir su propósito. Mariela es la última de cuatro hermanos y la única que se dedicó a esto. Karina, Jackson y Julio no mostraron inclinación artística. Todo se lo quedó ella, por lo cual su mamá se animó y la acompañó en su camino profesional.
Su formación es teatral. En ese medio conoció a su primer esposo, y tuvo la oportunidad de irse abriendo camino dentro del mundo artístico. Nelson Ortega, en esa época, era también el coach de la protagonista del momento en la televisión venezolana, Hilda Carrero. Por la relación personal y profesional con Ortega tuvo ocasión de estrechar con ella.
Carrero fue la primera en recomendarla en Venevisión, el canal donde trabajaba Hilda; quien la había visto sobre las tablas. La llamaron a una reunión y el resultado fue su participación en La Heredera, de Delia Fiallo; la decana de las telenovelas en Venezuela. Ese fue su debut en la pantalla chica.
Después vinieron sus participaciones en La Bruja y en Julia. Más tarde, pasó a Venezolana de Televisión para un papel en La Dueña; una exitosa adaptación de Los Miserables, de Víctor Hugo. Su desempeño en esa historia fue muy alabado, por lo que al terminarla, la llamaron de para hacer otros papeles en series y unitarios.
El salto de Mariela Alcalá
Radio Caracas Televisión, al ver que tenía potencial, la llamó para hacer el papel que la consagró como una referencia de las telenovelas. Se trata de Inocencia, la amiga de Jeannette Rodríguez, en Cristal. Si bien la historia presentaba a una chica que rayaba en lo inescrupulosa para lograr sus objetivos; también tuvo en sus manos llevar un mensaje sobre el cáncer de seno. Enfermedad que el personaje sufrió durante buena parte de la producción y que no era común abordar en una telenovela.
La aceptación por parte del público fue muy buena, debido al impacto y al mensaje de tocarse y cuidarse. Tanto que se produjo un cambio en la historia original, debido a que, en la sinopsis, Inocencia moría. Pero Fiallo, al ver el impacto positivo de la historia la curó en la misma.
La “mutación” de la historia le sirvió para que su próximo reto fuese no solo el papel principal en La Intrusa, sino que tuvo que hacer un doble papel. Junto a Víctor Cámara dio su primer paso a la cabeza de los elencos.
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La alta audiencia que tuvo la telenovela no le cambió el lugar en los elencos de las producciones en las que hizo posteriormente. Rubí Rebelde fue el último trabajo antes de emprender la carrera internacional.
Además, en esa producción tuvo la oportunidad de explorar otra de sus facetas: la de cantante. Grabó un disco con Sonográfica. Y, aunque la actuación le ha ocupado las más de cuatro décadas de su carrera profesional, Mariela Alcalá tuvo un éxito aceptable para el momento. Grabó dos temas de la novela, uno de ellos, A menos que tú, fue el de la misma. El mismo coincidió con el buen tiempo que vivieron los cantantes venezolanos en un mercado musical que había estado deprimido, pero que a mediados de los 80, explotó.
Trabajó en Perú, Ecuador y Argentina. En el interín volvió a Venezuela para hacer telenovelas en MarteTV y Venevisión. A comienzos de 2000 se fue a Argentina, donde reside actualmente, y casada por segunda vez.
Sin escándalos
La vida personal de Mariela Alcalá ha sido tranquila, sin mayores escándalos. Luego de cinco años de relación con Nelson Ortega la pareja se casó. Se separaron 14 años más tarde. De ese matrimonio tuvo dos hijos, Mariely y José Nelson. Por ellos, visitó hace cinco años Venezuela para participar y apoyar en unas obras que hicieron para el Microteatro. Y que Mariela dirigió.
En sus andanzas laborales en Perú, Alcalá conoció al productor Rodolfo Hoppe, con quien se casó y tuvo un hijo, Gerardo José. Con ellos reside en Buenos Aires, donde también se ha dedicado a la pedagogía. A eso se dedica actualmente: a dar clases a figuras noveles que, como ella, quieren hacer carrera como artistas.
A diferencia de sus hijos mayores, Gerardo José no se inclinó por el medio artístico. Sus intereses están más ligados hacia la biología que es lo que está formándose en la universidad.
Aunque tiene tanto tiempo fuera de Venezuela, Mariela no se ha desligado del país. Siempre que puede viene a visitar a sus hijos mayores. «Extraño tanto mis playas de Venezuela. Cada vez que voy trato de ir mucho a la playa. Pero también extraño estar rodeado de ese Ávila tan extraordinario».
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