El paso de Paola Ruggieri ha sido de los pocos de deportistas que también triunfaron en las pasarelas
El porte de Paola Ruggieri llamó la atención tan pronto la vio Irene Sáez, Miss Venezuela y Miss Universo 1981, y la recomendó a Osmel Sousa.
El “Zar de la belleza” que tenía pocos años al frente de la organización Miss Venezuela no dudó en ponerle el ojo a la castaña que venía de las piscinas.
Paola Laura Ruggeri Ghigo nació en Portuguesa. Hija de inmigrantes italiano, la joven mostró su interés por la natación y así fue abriéndose camino en el deporte.
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La familia se mudó a Caracas y en un club en La Guaira, Paola fue perfeccionando su técnica. Fue así como logró entrar a la selección de Venezuela y como su representante viajó a varias competencias internacionales. Entre ellas, el campeonato Suramericano de Natación de 1974, en Medellín. Ahí, la joven llanera marcó marcas en su estilo espalda. En esa misma oportunidad, fue nombrada Atleta del año. Dos años más tarde iría a las Olimpíadas en Montreal.
Mientras se consolidaba como una de las mejores nadadoras, Paola Ruggieri fue tentada para también conquistar las pasarelas. Sin embargo, su interés estaba en las piletas y en la carrera de administración que cursaba en la universidad.
Sucumbió a la tentanción y se coronó como reina del club al que pertenecía su familia. A partir de ahí, todo fue distinto para ella.
Entró en 1983 al Miss Venezuela y, portando la banda de su estado natal, se erigió como la nueva soberana.
Sin embargo, su reinado estuvo signado por la crisis económica del llamado Viernes negro, que ocurrió ese año en el gobierno de Luis Herrera Campins. Así, su participación en el Miss Universo no se vio por TV, ya que por la debacle cambiaria, Venevisión no pudo pagar los derechos de transmisión.
Llevando a Estados Unidos -país donde se realizó el certamen- la coronas de Miss Sudamérica de ese año, logró avanzar al grupo de 12 finalistas.
A su regreso, Paola Ruggieri quiso intentarlo en la TV, pero su paso por ella fue fugaz. Se casó y tuvo una hija, Laura. Por años se dedicó al diseño gráfico y ha prestado su apoyo para atletas especiales en el apartado de natación en las olimpíadas.
Ruggeri aún se mantiene activa en la natación y fue condecorada en el año 2009, con la Orden “Rafael Vidal“, otorgada por el Ministerio para el Deporte y la Federación Venezolana de Deportes Acuáticos (Fedeva).