De joven, Rosalinda Serfaty ayudó con el negocio familiar de la familia, hasta que alcanzó la fama en la TV
Un día, mientras se dirigía a cumplir con sus ocupaciones en el Noticiero Venevisión, Rosalinda Serfaty fue pillada por un scout de talentos.
Aun cuando ya tenía un tiempo trabajando en el departamento de prensa del mencionado canal, no fue sino hasta ese día que su suerte cambiaría.
Arquímedes Rivero, quien era el gerente de dramáticos de la televisora, se sorprendió de ver a la mujer rubia, de ojos azules y una belleza que podía ser muy bien cotizada en el Miss Venezuela.
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La idea del citado gerente, al principio, le pareció una gran oportunidad. Nunca se le había ocurrido tocar la puerta del certamen. Pero sí ser actriz. Rosalinda hacía castings, pero no la escogían. Por eso optó por quedarse en el espacio informativo.
Hasta que la actuación hizo que Rosalinda Raquel Serfaty Rosenstock (su nombre de pila) se convirtiera en un rostro dramático, conocido por el público. Su debut fue en Maribel, una telenovela que a finales de los años 80 protagonizaron Tatiana Capote y Luis José Santander.
De joven trabajaba como vendedora en la fábrica de ropa que tenía su padre. Un argentino judío que llegó a Caracas con Rosalinda, su hermano y su madre cuando ella apenas tenía siete años.
A partir de ahí, su carrera de periodista quedó a resguardo, porque se dedicó al ámbito artístico. Una docena de telenovelas y otro tanto de obras de teatro tuvieron a Rosalinda Serfaty en sus filas.
Hace doce años decidió radicarse en Miami, donde no solo trabajó en producciones de Telemundo; así como en algunos videoclips, entre ellos en uno de Karol G. Sin embargo, en ese tiempo no se olvidó del medio venezolano.
Siempre que tiene oportunidad viene a su visitar su país, por cuanto ella se considera venezolana, más allá de su lugar de nacimiento.
Tiene dos hijas, producto de su primer matrimonio. En 2006 se casó por segunda vez y en 2008 se divorció. Sus hijas le han dado dos nietos.