Recibió la INYECCIÓN LETAL: ejecutan en TEXAS a un HISPANO por estrangular y apuñalar a joven de 20 años
El fiscal Greg Davis se refirió a él como «uno de los hombres más violentos y sádicos» que había conocido
Moisés Sandoval Mendoza, un hombre de Texas condenado por estrangular y apuñalar mortalmente a una joven madre hace más de 20 años, fue ejecutado este miércoles por la noche.
Sandoval Mendoza recibió una inyección letal en la penitenciaría estatal de Huntsville y fue declarado muerto a las 18:40 horas, según informaron las autoridades. Fue condenado por el asesinato en marzo de 2004 de Rachelle O’Neil Tolleson, de 20 años.
Durante la sentencia, el fiscal Greg Davis se refirió a él como «uno de los hombres más violentos y sádicos» que había conocido.
Sandoval Mendoza fue hallado culpable de estrangular y apuñalar en 2004 a Rachelle O’Neil Tolleson, de 20 años, llevar su cuerpo a un campo detrás de su casa y mantenerla allí varios días hasta que la policía lo interrogó.
El sentenciado, quien en ese entonces tenía la misma edad de la víctima, luego condujo el cuerpo a una fosa en una zona rural, le prendió fuego y lo enterró bajo la maleza, según documentos oficiales. El cadáver fue hallado días después.
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Denegaron una petición de clemencia
Horas antes este miércoles, la Corte Suprema de Estados Unidos denegó una petición de los abogados de Sandoval Mendoza para detener su ejecución, luego de que varios tribunales inferiores habían rechazado anteriormente sus peticiones de suspensión.
El lunes, la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas también denegó la petición de la defensa de conmutar su pena de muerte por una pena menor.
Después de que un consejero espiritual rezara sobre él durante unos dos minutos, Sandoval Mendoza pidió perdón repetidamente a los padres de la víctima y a los familiares presentes, llamando a cada uno por su nombre.
«Siento haberles robado la vida de Rachelle», dijo, dirigiéndose a los padres, dos hermanos, un primo y un tío de la mujer, que le observaban a través de una ventana desde una habitación contigua.
También dijo que había privado a la hija de Tolleson de su madre, y añadió: «Lo siento. Sé que nada de lo que pueda decir o hacer lo compensará. Quiero que sepan que soy sincero. Les pido disculpas». La hija de Tolleson no estuvo presente en la ejecución.
Después habló brevemente en español, dirigiéndose a su esposa, a su hermana y a dos amigos que estaban sentados y observaban a través de una ventana desde otra sala de testigos.
Con información de AFP y Univisión
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