En los últimos días ha habido un claro recrudecimiento de lo que ahora llaman “femicidios” o sea, homicidios en perjuicio de mujeres, violaciones y actos lascivos. Esta realidad, apoyada en cifras de muchos estados, echa por tierra las versiones según las cuales, el encierro de la gente, debido a las restricciones por el Covid, venían siendo las causa del incremento de esos delitos.
Esta afirmación se basa en las cifras significativas de violaciones, actos lascivos y femicidios que se han registrado en los últimos días correspondientes a esta semana llamada de” radicalización”.
Los Valles del Tuy, Zulia , Carabobo, Anzoátegui, Lara Bolívar y Caracas, han sido las entidades que mayor número de casos han registrado, o por lo menos se han conocido, en las últimas 120 horas.
Son delitos que tradicionalmente han ocurrido en la historia de violencia y patologías que ha habido en la sociedad venezolana. No olvidemos las cifras ocultas que hay en Venezuela en relación con esos tres delitos, por diversas razones perfectamente justificadas: pudor, vergüenza, miedo a represalias u otras desconocidas.
“Son delitos que tradicionalmente han ocurrido en la historia de violencia y patologías que ha habido en la sociedad venezolana”
Todos están asentados en el marco de la violencia familiar y violencia de género que se ha incrementado últimamente. Violencia ejercida de hombre a mujer, de mujer a hombre y de adultos en contra de menores, fundamentalmente, niños.
Las campañas desarrolladas, fundamentalmente, por mujeres en los últimos años, acerca de la necesidad de castigar la violencia en su contra y su derecho a una vida sin violencia, se ha convertido en impulso para que muchas víctimas de violación y actos lascivos, decidan denunciar a los agresores, sin que importe el tiempo cuando fue cometida la agresión. Si se trata de los llamados “femicidios”, muchos de éstos han ocurrido después de semanas, meses y años de amenazas previas en contra de la futura víctima.
Caracas, por ser la mayor metrópoli del país, ha generado el mayor número de estos delitos a los cuales estamos haciendo referencia. Le siguen Carabobo Anzoátegui y Lara, además de las dos regiones más violentas porcentualmente del país como San Félix y el municipio San Francisco de Maracaibo. Mientras tanto, las regiones con menos incidencias conocidas son Trujillo ,,Mérida y Yaracuy.
Soluciones posibles? Que continúen las denuncias, el fortalecimiento del marco jurídico para penalizar a los responsables, pero también, crear las condiciones para que las cifras rojas, ocultas y latentes, sean conocidas mediante la denuncia oportuna e inmediata.
Es cierto que en los últimos tiempos se ha incrementado el número de homicidios de mujeres, pero también son ciertas las cifras que permanecen sin revelar de mujeres agresoras, no sólo en contra de sus esposos, compañeros o amantes, sino también, en contra de los niños.
La violencia es un arma de doble filo y pareciera omnipresente. El reto está en combatirla eficazmente, no sólo imponiendo penas a los agresores, sino educando y creando conciencia para enfrentar a ese enemigo común.
Hasta ahora, el 2017 y el 2019, se les considera los años durante los cuales ha habido y han Sido denunciados esos tres delitos. Pero, por las cifras que arrojan estos primeros meses del 2021, pareciera presagiar el año más violento de todos.