Desde Líbano, más de 50 proyectiles fueron lanzados el martes por la mañana hacia el norte de Israel, según el ejército israelí. “La mayoría de los proyectiles fueron interceptados”
Israel volvió a bombardear objetivos de Hezbolá en Líbano en la madrugada del martes, al día siguiente de intensos ataques que dejaron 558 muertos, avivando los temores a un conflicto regional cerca de un año después del inicio de la guerra en Gaza.
La Asamblea General de la ONU en Nueva York este martes estará dominada por el miedo a una guerra regional en Oriente Medio, tras la intensificación de la escalada militar entre el ejército israelí y el movimiento islamista proiraní Hezbolá en Líbano.
La organización se mostró “sumamente preocupada” por “la grave escalada de hostilidades entre Israel y Hezbolá” en Líbano, donde “decenas de miles” de personas huyeron de la violencia esta semana.
“Estamos sumamente preocupados por la grave escalada de ataques de la que fuimos testigos ayer. Decenas de miles de personas se vieron obligadas a abandonar sus casas ayer y esta noche, y el número no deja de aumentar”, declaró un portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Matthew Saltmarsh, en una rueda de prensa en Ginebra.
Desde el inicio de la guerra en Gaza el 7 de octubre de 2023, tras el ataque de Hamás en suelo israelí, se producen casi a diario cruces de disparos entre el ejército israelí y Hezbolá, en apoyo a su aliado palestino, a lo largo de la frontera entre Israel y Líbano.
Pero el lunes se produjo la jornada más mortífera, cuando Israel bombardeó “unos 1.600 objetivos terroristas”, en el sur de Líbano y en el valle de Becá, en el este, bastiones de Hezbolá.
Al menos 492 personas murieron en esos ataques, entre ellas 35 niños y 58 mujeres, y 1.645 personas resultaron heridas, según el Ministerio de Salud libanés.
Un “gran número” de miembros de Hezbolá murieron durante la jornada, aseguró el ejército israelí.
En la madrugada del martes, las tropas israelíes volvieron a atacar “decenas de objetivos de Hezbolá en numerosas áreas en el sur de Líbano”, indicó un comunicado castrense.
Desde Líbano, más de 50 proyectiles fueron lanzados el martes por la mañana hacia el norte de Israel, según el ejército israelí. “La mayoría de los proyectiles fueron interceptados”, afirmó.
El grupo islamista anunció que había disparado misiles Fadi 2 hacia Israel durante la noche. El ejército israelí confirmó que había detectado una veintena de disparos.
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– “Masacre” –
“Es una catástrofe, una masacre”, declaró a AFP Jamal Badran, un médico del hospital del Socorro Popular en Nabatiye, en el sur.
Miles de libaneses huyeron de las zonas bombardeadas, según el Ministerio de Salud, y se refugiaron en Beirut o en Sidón, la ciudad más grande del sur del país.
Muchas personas pasaron la noche en sus coches, bloqueados en las carreteras que llevan a la capital.
“Cuando los bombardeos se intensificaron y se acercaron, los niños tuvieron miedo y decidimos irnos”, contó Hasan Banjak, refugiado en una escuela de Sidón.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, recomendó el lunes a los libaneses “alejarse de las zonas peligrosas” mientras acaba la “operación”.
Su homólogo libanés, Najib Mikati, denunció un “plan de destrucción” contra su país, donde las escuelas permanecerán cerradas el martes.
– Riesgo de “guerra total” –
“Estamos casi al borde de una guerra total”, alertó el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
Francia solicitó por su parte una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Líbano esta semana.
En un solo día, el ejército israelí “neutralizó decenas de miles de cohetes y municiones”, afirmó el ministro de Defensa, Yoav Gallant, quien estimó que Hezbolá vivía “su semana más difícil desde su creación” en 1982.
El ejército anunció también un “bombardeo selectivo” en Beirut, que apuntó, según Hezbolá, al comandante para el frente sur de esta formación, Ali Karake, que salió indemne.
Israel está invirtiendo la “relación de fuerzas” en el norte del país, según Netanyahu.
Hezbolá prometió por su parte que continuará atacando Israel “hasta el final de la agresión en Gaza”.
Las hostilidades entre Israel y Hezbolá se recrudecieron desde la ola de explosiones de dispositivos de comunicación del movimiento la semana pasada, atribuidas a Israel, que causaron 39 muertos, según las autoridades libanesas.
El viernes, Israel asestó un nuevo golpe a la milicia proiraní con un bombardeo en la periferia sur de Beirut, que mató a 16 miembros de su fuerza de élite, entre ellos su líder, Ibrahim Aqil.
– Trabajar en una “desescalada” –
El presidente estadounidense, Joe Biden, que afirmó que trabaja en una “desescalada”, pronunciará el martes su último discurso en la Asamblea General de la ONU.
Estados Unidos se opone a una invasión terrestre en Líbano y presentará “ideas concretas” a sus socios esta semana en la ONU para apaciguar el conflicto, declaró un alto responsable estadounidense.
El G7 subrayó que “ningún país saldrá ganando con una escalada mayor en Oriente Medio”.
En Irán, el presidente Masud Pazeshkian, que dará su primer discurso en la ONU, acusó a Israel de buscar “ampliar” el conflicto en Oriente Miedo.
La guerra en la Franja de Gaza estalló el 7 de octubre de 2023 tras el ataque de Hamás en Israel, en el que murieron 1.205 personas, según un balance de AFP basado en cifras oficiales israelíes.
De los 251 secuestrados durante la incursión islamista, 97 siguen cautivos en el estrecho territorio, de los cuales 33 fueron declarados muertos por el ejército israelí.
La ofensiva israelí causó la muerte de al menos 41.455 palestinos, según datos del Ministerio de Salud de este territorio gobernado por Hamás, considerados fiables por la ONU, y un desastre humanitario.