El gobernador del estado Táchira, Freddy Bernal, muestra como el embalse La Honda, que forma parte de la represa Uribante, ha bajado hasta unos 20 metros, poniendo en juego la labor de la central hidroeléctrica que surte de energía a los andes venezolanos
Los cambios climáticos por los que atraviesa actualmente el mundo, han afectado de manera considerable la Central Hidroeléctrica Uribante Caparo, en el estado Táchira. Prueba de ello es el resurgimiento del pueblo de Potosí.
Muestra de ello es el resurgimiento de las aguas y la crecida de jardines alrededor de la iglesia de San Isidro labrador, en la población que otrora estuviese inundada en la población de Potosí.
#12Mar
— ImpactoVenezuela (@ImpactoVE) March 12, 2024
💧 BAJAN LOS NIVELES DEL AGUA
Freddy Bernal, el gobernador del estado Táchira, ha informado que el nivel del agua en la Represa La Honda, que genera la electricidad para la entidad, así como para Mérida, Trujillo y la parte norte de Barinas, ha disminuido entre 18 y 20… pic.twitter.com/jxaGIVQ7Mn
El gobernador del estado Táchira, Freddy Bernal, ha mostrado en redes sociales, cómo el nivel de la represa Uribante ha disminuido de manera considerable.
El mandatario regional indica que el nivel ha disminuido unos 20 metros aproximadamente, con una pérdida diaria de 15 centímetros diarios, lo que afecta de manera considerable el funcionamiento de la principal central hidroeléctrica que surte de energía a gran parte del occidente del país.
Vale resaltar que parte de esta represa es fuente vital para que la Central Hidroeléctrica Uribante Caparo, trabaje de manera idónea y suministre energía eléctrica a los estados Trujillo, Táchira, Mérida y parte del estado Barinas.
La historia de la iglesia de Potosí
En la quebrada de La Honda se encuentra el pueblo inundado de Potosí, enclave de la iglesia San Isidro Labrador de Potosí.
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En la década de los 80, el pueblo fue reubicado, para que en la zona en la que se encontraba se construyera la represa La Honda, embalse que serviría de vertedero para la Central Hidroeléctrica.
Las ruinas del pueblo quedaron intactas, sobre todo su iglesia, la cual tendría en su cúpula una cruz, insignia del cristianismo.
Durante años los niveles de agua de la represa han disminuido, pero siempre era un atractivo turístico visitar la iglesia inundada de Potosí.
El propio gobernador Bernal manifestó que hace dos años nadó al lado de la cruz de la iglesia. Hoy día se puede caminar por los alrededores de la iglesia, que vale recordar, hay un extenso jardín, muestra de que los niveles de agua no han vuelto a subir.