El Gobierno parece pretender pasar la página del 28 de julio sin aclarar lo sucedido, llamar a otras elecciones para tratar de que el sector político entre en el debate de participar o no participar, olvidándose del pasado reciente
El Gobierno de Nicolás Maduro ha iniciado un proceso de diálogo con diversos partidos políticos de una cuestionada oposición para reformar un paquete de leyes en materia electoral y avanzar en próximos comicios, un escenario que mantendría el “status quo” del conflicto que pudiera generar mayor ingobernabilidad a partir del 10 de enero.
El oficialismo parece pretender así pasar la página del 28 de julio, sin aclarar lo que sucedió con las actas de totalización de resultados y sin importar que esté siendo considerado un fraude electoral.
“Es que este es un status quo que favorece solamente a una de las partes y hay otras partes que están interesados en romper ese status quo. Y de alguna manera, en una situación como esa, lo que tiende a pasar es que se eleve, que escale el conflicto. Inevitablemente, nosotros lo vamos a ver en la medida que nos acerquemos al 10 de enero. Es posiblemente una escalada del conflicto que se puede producir antes o se puede producir después del 10 de enero, pero todo apunta hacia una escalada del conflicto”, considera Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab).
En este sentido, el madurismo ha iniciado un proceso de diálogo desde la Asamblea Nacional para modificar un paquete de leyes que rigen la normativa de partidos políticos y participación electoral y así depurar el sistema de quienes, según las actas del Comando Con Venezuela, ganaron los comicios presidenciales, esto de cara a las elecciones regionales, que pudieran ser adelantadas.
“Las próximas elecciones regionales y municipales muy seguramente van a ocurrir temprano el año que viene, esto va a depender un poco de la conflictividad que haya alrededor del tema presidencial, si Maduro termina juramentándose el 10 de enero, y esto genera conflictividad. Una manera de tratar de lidiar con esa conflictividad es llamar a una a otras elecciones para tratar de que el sector político entre en el debate de participar o no participar y terminen de alguna manera entreteniéndose en un tema electoral que al final no afecta mucho al Gobierno nacional, porque estamos hablando del nivel subregional, estamos hablando de alcaldías y de gobernaciones”, afirma Alarcón.
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Desde el Parlamento nacional avanzan en este escenario, sin ningún tipo de garantías de participación y con el “status quo” a favor para lograr la mayoría de las alcaldías y gobernaciones, con una alta abstención ante el desánimo de lo que sucedió el 28 de julio aun sin estar claro para Venezuela y el mundo.
Con información de Johan Álvarez