La cifra de migrantes venezolanos podría aumentar desmedidamente si no se soluciona la crisis del país, advierte David Smolansky
El Comisionado ante la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA) para la crisis de refugiados venezolanos, David Smolansky, reiteró este miércoles que la única solución para frenar la migración forzada es acelerando una transición democrática en Venezuela.
“Solo así los venezolanos dejarán de huir de su país”, dijo ante el Consejo Permanente del organismo internacional.
Alertó que de no lograrse una transición a corto plazo, para finales de 2021 habrá al menos 7 millones de migrantes venezolanos.
“Ya son 5.500.000 de desterrados. De no haber una transición democrática a corto plazo, hemos proyectado que para finales de 2021 podría haber 7.000.000″, lamentó.
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El Comisionado agradeció al gobierno de Colombia por otorgar a los migrantes venezolanos en ese país el Estatuto Temporal de Protección.
Esta medida será por 10 años, para atender, proteger e integrarlos en la sociedad.
«Han llegado a ese país como víctimas de la emergencia humanitaria compleja, crímenes de lesa humanidad, y violencia generalizada causada por el régimen de Nicolás Maduro», dijo.
Smolansky destacó que esta iniciativa del gobierno de Iván Duque es un ejemplo para el hemisferio.
“Esta política profundamente humana, solidaria y fraterna, cambiará la vida de muchos migrantes”, dijo.
“Empezando por 1 millón de migrantes y refugiados que tendrán documentación por primera vez”, acotó.
Algunos sufren hambre severa
De acuerdo con el Programa Mundial de Alimentos (PMA) el 12% de los migrantes venezolanos están en situación de “hambre severa”.
Esto lo determinó en su informe sobre seguridad alimentaria durante la pandemia de los migrantes venezolanos en Colombia, Ecuador y Perú.
“La pandemia de COVID-19 resultó en una emergencia sanitaria y socioeconómica sin precedentes que exacerbó las vulnerabilidades existentes entre más de tres millones de migrantes venezolanos en Colombia, Perú y Ecuador, que huyeron de su país tras la crisis política y económica”, indicó el PMA en su informe que fue publicado este 11 de marzo.
Un migrante de cada cuatro (27%) consumió solo una comida (18%) o pasó el día anterior sin comer (9%) en el momento de la entrevista.
La cifra representa un aumento de más del doble en comparación con el estudio realizado en junio de 2020, cuando alcanzó 12%.
El PMA destacó que los migrantes muestran niveles significativamente más altos de hambre moderada y severa en comparación con los residentes.
Explicó que han tenido que recurrir “a una variedad de mecanismos de supervivencia que afectan sus medios de vida”.
Así como su capacidad para satisfacer sus necesidades alimentarias y otras necesidades esenciales.
En este sentido, 7 de cada 10 migrantes dijeron que adoptaron al menos una estrategia de afrontamiento.
Van desde vender activos (49%) hasta pedir dinero prestado (59%) y aceptar trabajos informales y mal remunerados (48%).
