Soldados colombianos intervienen bastión militar de disidencias de las FARC en el Cauca
Militares colombianos lideran la Operación Perseo II en Cauca, logrando la mayor incautación de armas y explosivos contra las disidencias de las FARC en el cañón del Micay.
Los militares colombianos intensificaron sus operaciones en el departamento del Cauca en el marco de la denominada Operación Perseo II, que tiene como objetivo debilitar la capacidad logística de las disidencias de las FARC en el cañón del Micay. Esta zona, considerada estratégica para los grupos ilegales, funcionaba como centro de almacenamiento de armas, explosivos y material de intendencia.
Más de 300 soldados y policías especializados fueron desplegados en el corregimiento de Honduras, un punto crítico en el suroccidente del país, donde se ejecutó la ocupación ofensiva con apoyo aéreo y artillería.
La mayor incautación registrada en la operación
El Ejército informó que esta fase de la operación permitió la incautación más grande de municiones y explosivos desde el inicio de Perseo II. Entre el material decomisado se encontraron:
- 250.000 cartuchos de distintos calibres.
- Dos armas largas y una mini-Uzi artesanal.
- Cerca de 5.000 proveedores y más de 200 partes de fusiles.
- 400 detonadores y 180 artefactos explosivos improvisados.
- 83 minas antipersonales y 78 artefactos adaptados para drones.
- Material para fabricar 1.200 minas adicionales, además de cordón detonante y propaganda de la disidencia.
Este golpe representa un debilitamiento significativo a la capacidad ofensiva del grupo armado ilegal conocido como Carlos Patiño, que hace parte del Estado Mayor Central (EMC).
Los militares colombianos, en coordinación con la Fuerza Aeroespacial y la Policía Nacional, ejecutaron la operación con helicópteros UH-60 Black Hawk, aviones de combate Super Tucano y drones no tripulados. También participaron unidades de artillería, caballería y equipos especializados en Explosivos y Demoliciones (EXDE).
Gracias a estos recursos, fue posible realizar maniobras de precisión en un terreno complejo, detectar amenazas ocultas y trasladar tropas hacia puntos estratégicos, fortaleciendo la seguridad en la región.
El corregimiento de Honduras y el cañón del Micay han sido durante años bastiones de las disidencias de las FARC. Desde allí se controla el tráfico de armas, el narcotráfico y la instalación de minas antipersonales que afectan directamente a las comunidades rurales.
En octubre de 2024, las tropas ya habían recuperado el corregimiento de El Plateado, otro punto neurálgico del municipio de Argelia. Con la nueva ofensiva, el Ejército busca cortar las redes logísticas y financieras de los grupos ilegales que alimentan economías ilícitas en la zona.
El Ejército Nacional destacó que estas operaciones forman parte del Plan de Campaña Estratégico Conjunto Ayacucho Plus, que prioriza la defensa de los habitantes del Cauca, la protección de la infraestructura crítica y el control institucional del territorio.
“El mensaje es claro: no habrá tregua contra quienes amenazan la seguridad de la población y perpetúan economías ilegales”, señalaron fuentes castrenses al término de la operación.
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