Susie Wiles, quien fuera directora de campaña de Trump, será la primera mujer en encabezar el gabinete de un presidente en EE. UU.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que Susie Wiles, la directora en la sombra de su campaña, será su jefa de gabinete en la Casa Blanca, para su segundo mandato, que comenzará el 20 de enero de 2025.
Wiles será la primera mujer jefa de gabinete, uno de los cargos más importantes de la Administración estadounidense, que se encarga de coordinar a los miembros del gabinete presidencial, reseña la agencia Efe.
Se trata del primer nombramiento que anuncia Trump desde que venció a la candidata demócrata, Kamala Harris, en las elecciones del pasado martes.
“Susie Wiles me ayudó a lograr una de las mayores victorias políticas en la historia de Estados Unidos y fue parte integral de mis exitosas campañas de 2016 y 2020”, dijo Trump en un comunicado.
El magnate neoyorquino describió a Wiles como una mujer “fuerte, inteligente, innovadora y universalmente admirada y respetada”.
“Es un honor bien merecido tener a Susie como la primera mujer jefa de gabinete en la historia de Estados Unidos. No tengo ninguna duda de que hará que nuestro país se sienta orgulloso”, declaró.
Según la CNN, a Wiles se le atribuye que esta última campaña del republicano, la tercera después de 2016 y 2020, haya sido la más “sofisticada y disciplinada”.
Una veterana de la política en Florida, dirigió la campaña de Trump en ese estado en 2016 y ayudó a Ron DeSantis a ganar las elecciones a gobernador de Florida en 2018.
Mientras que, según la cadena NBC News, Wiles, hija del legendario jugador de la NFL Pat Summerall, está “acostumbrada a la adversidad”.
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Biden y su discurso conciliador
Joe Biden llamó a “bajar la temperatura” política y prometió un traspaso “pacífico” del poder a Donald Trump, quien ya nombró jefa de gabinete.
El presidente estadounidense sabe que después de la derrota toca aceptar el veredicto de las urnas y levantar el ánimo a las tropas y es lo que hizo este jueves en un discurso a la nación, que aprovechó además para intentar apaciguar un país muy polarizado políticamente.
“Algo que espero que podamos hacer, independientemente de a quién hayan votado, es vernos los unos a los otros, no como adversarios, sino como conciudadanos estadounidenses. Bajar la temperatura”, dijo desde la Casa Blanca.
“Una derrota no significa que estemos derrotados. Perdimos esta batalla, el Estados Unidos de sus sueños los está llamando a que se levanten”, añadió.
Porque, según él, “los reveses son inevitables, pero rendirse es imperdonable”.
El presidente insistió en que el sistema electoral estadounidense “es honesto, justo y transparente, y se puede confiar en él, se gane o se pierda”.
Su discurso conciliador contrasta con la reacción de Trump cuando perdió las elecciones hace cuatro años.
El republicano arengó entonces a sus seguidores a “luchar como demonios”, antes de que cientos de ellos irrumpieran en el Capitolio para impedir la certificación de la victoria de Biden.
El presidente ha invitado a Trump a la Casa Blanca. Será la primera vez que se vean las caras desde el desastroso desempeño del demócrata, de 81 años, en un debate electoral que le obligó a retirarse de la carrera y ceder el testigo a su vicepresidenta Kamala Harris, derrotada en las urnas.
El líder octogenario sigue adelante con su agenda. Este mes viajará a Perú para la APEC y acto seguido a Brasil, donde realizará una visita inédita a la selva amazónica y asistirá a la cumbre del G20, informó la Casa Blanca.