Un experto de derechos humanos explica por qué la realidad sobre el sistema de justicia en Venezuela es alarmente
El abogado defensor de Derechos Humanos, Joel García, advirtió que en Venezuela los jueces carecen de autonomía, actuando bajo órdenes que violan la Constitución, lo que los convierte en meros ejecutores sin poder real.
Presuntamente, el temor domina el sistema judicial, ya que los funcionarios temen represalias y saben que podrían enfrentar la misma indefensión que los presos políticos, quienes no tienen una defensa real ni control sobre su libertad, según denuncias.
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¿Qué pasa con los jueces en Venezuela?
En medio de un escenario de creciente tensión y represión política, García explica que realidad sobre el sistema de justicia en Venezuela es alarmente.
García afirmó que los jueces, defensores públicos y otros funcionarios judiciales están sujetos a órdenes que violan la Constitución, órdenes que no pueden desafiar sin exponerse a graves consecuencias.
El abogado describió a los jueces como “simples tramitadores de presos”, sin autoridad ni poder real para actuar conforme a la ley. Esta situación, según él, convierte al sistema judicial en una estructura subordinada, más preocupada por cumplir directrices que por hacer justicia.
Los riesgos del ejercer
Organizaciones defensoras de Derechos Humanos que han seguido de cerca la crisis venezolana, afirman que esta falta de autonomía judicial y su sometimiento a órdenes que violan la Constitución generan profundas consecuencias, entre ellas la pérdida de confianza en el sistema de justicia, apercibiéndole como un brazo del poder político.
Esta situación genera un escenario que perpetúa la impunidad y la vulnerabilidad de los ciudadanos, especialmente de los presos políticos, que quedan sin protección ni defensa efectiva.
Además, el miedo entre los funcionarios judiciales a enfrentar represalias fomenta un entorno de autocensura y conformismo, impidiendo cualquier intento de reforma o resistencia interna, y consolidando un sistema represivo que limita las libertades y debilita el Estado de derecho.
Con información Génesis Pérez
