Trump establece más restricciones a migrantes: limita el acceso a programas del Estado
Las restricciones afectan al menos 15 programas federales, con un gasto estimado de 40.000 millones de dólares
El presidente Donald Trump avanza en su objetivo de reducir el gasto gubernamental, con un nuevo paquete de restricciones que limita el acceso de migrantes indocumentados a más de una docena de programas financiados por el Estado.
La medida, anunciada por la Casa Blanca, forma parte del esfuerzo por combatir lo que la administración califica como "despilfarro público".
Según la portavoz presidencial Taylor Rogers, la decisión busca evitar que los extranjeros en situación irregular se beneficien de ayudas financiadas por los contribuyentes. “Eso se acaba ahora. Con el presidente Trump, Estados Unidos siempre es lo primero”, declaró Rogers en una entrevista con Fox News.
Las restricciones afectan al menos 15 programas federales, con un gasto estimado de 40.000 millones de dólares, en su mayoría administrados por el Departamento de Salud y Servicios Humanos, así como por las secretarías de Educación, Agricultura, Trabajo y Justicia.
Entre los beneficios que dejarán de estar disponibles para los inmigrantes indocumentados figuran programas de salud como Head Start, servicios de planificación familiar, tratamientos para adicciones, becas para trabajadores del sector sanitario y préstamos estudiantiles.
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La medida se enmarca en la llamada "Gran y hermosa Ley", un paquete legislativo de gasto e impuestos promovido por Trump y recientemente aprobado por el Congreso, considerada su primera victoria legislativa significativa del ciclo. El paquete incluye también reformas al programa Medicaid, exigiendo que los adultos sanos sin hijos trabajen o realicen tareas de voluntariado al menos 20 horas semanales para conservar su cobertura médica.
La Casa Blanca estima que aproximadamente 1,4 millones de inmigrantes indocumentados quedarán excluidos de estos programas. Según la secretaria de prensa Karoline Leavitt, el objetivo es “proteger Medicaid para quienes realmente lo necesitan: los niños, las mujeres embarazadas y los estadounidenses enfermos que no pueden trabajar”.
Aunque sus detractores denuncian que las medidas profundizan la exclusión social de los sectores más vulnerables, la Casa Blanca insiste en que la reforma representa un paso clave hacia un sistema de asistencia más eficiente y responsable.
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